1. Fuiste infiel y te agarraron, ahora vas a cagar fuego


    Fecha: 20/04/2025, Categorías: Infidelidad Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos

    ... sepultaba una semejante poronga en su culo. Su paso tambaleante hacia la mesa de trabajo, tapándose la cara, fue interrumpido por la voz de una compañera diciéndole que el subgerente la requería con urgencia. Pálida, llamó a la puerta.
    
    - “Pasá puta, no te imaginaba tan fotogénica y además una consumada actriz, esto explica el poco tiempo disponible para mí en los últimos dos meses. Ahora vas sentir lo que acarrea una traición, pues lo que en este momento están viendo tus compañeros me voy a encargar de que llegue hasta los barrenderos de la cuadra”.
    
    - “Y vos sos el indicado para hablar de traición, basura”.
    
    La salida del despacho fue seguida de un sonoro portazo, dirigiéndose a juntar sus cosas y abandonar el edificio. Ya en la calle, abrumada por lo sucedido, lo llamó a su marido preguntándole si podía buscarla.
    
    - “No querida, lo lamento, estoy en casa rumiando mi desgracia”.
    
    - “¡Qué pasó!”
    
    - “Cuando llegues te lo cuento”.
    
    Al entrar al comedor y ver a Leopoldo frente a la portátil, con la caja de bombones al costado, comprendió dolorosamente que había tocado fondo.
    
    Y como las malas noticias vuelan, antes del anochecer el grupo de amigas ya estaba al tanto, algo que se hizo evidente cuando ninguna contestó sus intentos de comunicación. Las personas que caen en desgracia son ayudadas cuando son inculpables respecto del motivo de su situación. Cuando el calvario fue una elaboración personal, el entorno escapa como de un apestado. Rómulo, que le había ...
    ... prometido amor eterno, que había lamentado conocerla ya casada, a quien acompañó para elegir el futuro nido de amor, ni siquiera abrió los mensajes.
    
    La mañana siguiente se formalizó el pedido de divorcio y dentro de la semana se acordó con el juez la manutención hasta la sentencia.
    
    El día después de la hecatombe producida por el contenido de la bolsita, llegó al mostrador del empleado de seguridad del edificio el joven que dejaba los cuadernillos de ofertas semanales de algún supermercado. Esta vez se trataba de un comercio próximo a inaugurar. Como el muchacho ya era conocido, después de recibirle algunos, lo dejó entrar para distribuir en oficinas de los pisos superiores; cuando salía le preguntó.
    
    - “La tapa muestra buenas ofertas, ¿sabés cuándo inaugura?”
    
    - “Ni idea, seguramente adentro dirá, me los entregó un señor que no conocía”.
    
    El guardia separó cuatro ejemplares para su familia y siguió con la tarea. Media hora después sonó su teléfono.
    
    - “Te habla Horacio, de la compañía Serfin, entregaste las propagandas del supermercado?”
    
    - “No señor, aquel que desea retira, nosotros no entregamos”.
    
    - “Te quedan algunas?”
    
    - “No señor, otras veces permanecen toda la mañana, pero hoy a los quince minutos ya habían desaparecido”.
    
    - “La puta madre, perdón, se me escapó”.
    
    Intrigado, el empleado tomó uno de los cuadernillos y, abriéndolo, entendió todo. La hoja del medio estaba ocupada por fotografías del subgerente que recién había llamado, en plena y ...