El bautizo de mi chiquitín
Fecha: 07/05/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos
... y llorar, llorar y llorar". (Si supiera que su mejor amigo estaba a punto de abollarle la corona con su amada reina)
Sus lamidas descendieron a mis pechos, sus dientes rozaron un pezón mientras me pellizcaba el otro, un gemido salió de mi boca, me fue desnudando, quedando sólo con mi tanguita puesta, sus manos fuertes recorrían mi cuerpo, mis piernas, mis nalgas, nuevamente buscó mi boca y me dio un beso con pasión, sus gruesos labios abrieron los míos, sentí su lengua colarse en mi interior, ardiente, quemante, recorría mi paladar, su saliva se mezclaba con la mía, mientras me apretaba las nalgas con fuerza y lujuria, su olor a macho me embriagaba, hasta allí llegó mi resistencia, mis brazos rodearon su cuello y me rendí a su lengua experta y conocedora, durante varios minutos me estuvo besando apasionadamente, me excitaba su rudeza y tosquedad, propia de un trabajador petrolero de campo, estaba toda mojada.
- Así preciosa, bien, estoy loco por cogerte, que seas mi hembra.
De pronto, en un momento de lucidez, me dio un terrible miedo que llegara mi esposo y me quejé:
- No, espera, no por favor, soy una mujer casada, mi marido es tu mejor amigo, eres el padrino de mi hijo.
- Vamos nena, nadie lo sabrá, sólo tu y yo, sé que también quieres, estás bien mojadita-dijo al tiempo que sus dedos acariciaban la entrada de mi coñito.
Siguió acariciando mi sexo haciendo a un lado mi tanga y los hundió en mi sexo, haciéndome gemir.
En el cuarto además de la cuna ...
... había un sillón reclinable y mecedora que usábamos para arrullar al bebé, me recargó sobre el sillón y me dio vuelta, apretaba y acariciaba mis nalgas y abriendo las piernas empiné más el culo ofreciéndoselo a sus grandes y callosas manos, se agachó y corriendo la tela de mi tanga que tenía enterrada entre mis nalgas mordió, besó mis cachetes y lamió cada centímetro de mi piel, lo hacía maravillosamente, la piel se me erizó, pronto sentí que me sacaba la tanga por completo y separando mis nalgas me empezó a lamer toda la rajita, su lengua recorría desde mi clítoris a mi culito, sentí que me desmayaba de placer, todo mi cuerpo se estremecía, no pude evitar dar un gemido de placer, me estuvo lamiendo y chupando mi coñito y culo por unos 15 minutos, metía la puntita de su lengua en ambos agujeros, hundía su cara entre mis nalgas, su nariz rozaba mi esfínter y aspiraba lo cual me provocaba una rara sensación, como si una corriente eléctrica me recorriera por dentro, al tiempo que decía.
- Puta madre, que culo, me encanta tu olor a culo, putita, es suave, rico.
Se notaba que era un sucio, un depravado, pero me tenía en sus manos, cada cosa que me hacía me prendía, entonces se puso a succionar mi ano como si fuera un pulpo y todo mi cuerpo se retorció, espasmos recorrían mi columa vertebral, me dejó la colita palpitando, me dio vuelta recostándome sobre el sillón, se agachó y levantó mis piernas, empezó a restregarme su verga por el coño, su verga no era tan grande, unos 16 cm, ...