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El motero
Fecha: 09/05/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... te has quedado pillada... -¿Cómo...? -Sí, que te has quedado pillada con la moto pero ya se largó. -Ah, sí.... La BMW.... Es que es una puta pasada. Y tú no quieres que tengamos otra.... -Ya lo hemos hablado, Ana. Durante los siguientes años no. Además, si te has quedado embarazada este tarde... no podrás montar en varios meses... Después de pasar la tarde en la playa se prepararon para ducharse antes de ir a cenar. Las duchas estaban separadas de los servicios. Eran una especie de cubículos delimitados por unas vallas de madera que cubrían hasta justo debajo de la cabeza. La intimidad la proporcionaba su situación, bastante alejada de las parcelas y entre los pinos. Fer y Ana entraron juntos en la última, la más alejada del pasillo de acceso. La visión hacia fuera del camping era a un frondoso pinar. Aunque Fer lo intentó, Ana se negó a volver a follar en las duchas. Se secaron y se dirigieron hacia el chiringuito para cenar. Desde el mismo sitio donde habían almorzado comprobaron que la BMW de su vecino se encontraba en el estacionamiento. Ana sintió de nuevo ese pellizco en el estómago. Disimuladamente comenzó a buscarlo por todo el chiringuito. Por fin lo vio junto a la barra. Sus miradas se cruzaron. El tipo levantó su cerveza a modo de saludo. Fer se dio cuenta que Ana sonreía a alguien a su espalda. Y se giró para comprobar quién era: -Coño el de la BMW. Vamos a decirle que nos la enseñe. El hombre se levantó y se dirigió hacia el dueño de ...
... la moto seguido de su chica. Después de una rápida presentación, Fer explicó el motivo del asalto. El tipo lo entendió y se dirigieron hacia el aparcamiento. Puso el contacto y arrancó la moto: -Buah, cómo suena, joder... -se deleitaba Fer. -Sí, su sonido es excitante. -Contestó el dueño de la moto con una extraña entonación sin dejar de mirar los ojos de Ana. La mujer se sintió aludida. Se dio cuenta que aquel tipo la había oído gritar mientras follaba. No pudo evitar excitarse. Aquel desconocido la había oído correrse como una perra en celo. Y la verdad es que la situación era tremendamente morbosa. El maduro con pinta de canalla estaba buenísimo. A Ana le pareció más alto estando tan cerca. Sus bíceps se marcaban bajo la camiseta. Sus hombros eran anchos. Su cara era de un atractivo salvaje, casi magnético. Después de hablar sobre algunos datos técnicos y de diseño la conversación sobre la moto no daba para más y se despidieron volviéndose cada uno a su sitio. Ana se había quedado pillada de una manera extraña. Se sentía atraída por el magnetismo sexual de aquel maduro. Fer no se enteró de nada. Pero su novia había estado manchando sus bragas de flujo durante la estancia con el tipo de la BMW. Estuvieron cenando durante una hora. En ese tiempo la chica no dejó de cruzar miradas con el tipo de manera disimulada para que Fer no se diera cuenta. Una de las veces ella se levantó para ir al baño aprovechando que el tipo de la moto abandonaba el lugar. Se cruzaron ...