Puta por necesidad o placer
Fecha: 13/05/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Cecy, Fuente: CuentoRelatos
... cerraba los ojos para interiorizar ese placer, después de un rato me intentó bajar el pantalón, pero como estaba muy ajustado le costaba trabajo, así que le tuve que ayudar bajando el cierre y levantándome de donde me encontraba sentada, Alfredo empezó a bajar y al darse cuenta que no traía ropa interior volteó a verme y yo simplemente sonreí, me quitó por completo el pantalón y se emocionó tanto al ver mi panochita bien depilada que comenzó a frotarla con su mano, introduciendo ligeramente un dedo en mi rajita, para ese instante ya estaba yo muy mojada así que mi hombre se humedecía muy rico sus dedos, yo no quise quedarme atrás y le quite su ropa, primero su camisa y después su pantalón.
Fue ahí cuando pude ver su verga que seguía sin estar al 100, no sé si mi amante estaba nervioso o que sucedía, pero yo me encargaría de ponerla dura, se la empecé a sobar de arriba abajo y luego me acerqué y me la metí a mi boca, Alfredo se sacó de onda y se hizo hacía atrás, le pregunté qué ocurría y me contestó que nunca antes se la habían mamado, le dije que se dejara llevar que le iba a encantar y así lo hizo, yo empecé a mamársela metiéndomela completita a mi boca, me acordaba de mis dos anteriores hombre y este o la tenía más chica o no la tenía completamente parada porque me entraba toda a la boca, al seguirla mamando pude sentir en la boca como fue tomando más firmeza, Alfredo se arqueaba todo, creo que lo estaba disfrutando bastante porque pude saborear su saladito líquido ...
... preseminal, él sacó su pito de mi boca y me pidió que me acomodara en cuatro, yo accedí pensé que me daría una buena chupada de pucha, pero no, luego, luego me metió su verga en la vagina (yo hubiera deseado una buena lubricada natural) y comenzó a bombear como desesperado, traía un ritmo bárbaro, la sacaba y la metía con fuerza, yo disfrutaba muchísimo se notaba que ya tenía tiempo sin tener un pedazo de carne adentro, incluso soltaba unos ricos gemidos que prendían más a Alfredo el cual me pidió permiso para darme una nalgada, yo se lo otorgué y él me dio una nalgada sin mucha fuerza, yo le pedí que repitiera la acción, pero con más fuerza.
Lo volvió a hacer, sin embargo yo quería más, así que le dije. –Más fuerte. Alfredo me dio con todas sus fuerzas, creo que se escuchó hasta afuera de la habitación, pero lejos de dolerme me excitó, así que empecé a ensartarme sólita y empujándome con fuerza contra su verga que para ese momento ya estaba no al 100 sino al 1000, con ese ritmo Alfredo no duró mucho cuando sentí su chorro de leche en el interior de mi vagina y escuché un grito de placer, después se desplomo a mi lado y yo me recosté para descansar.
El haber recibido antes dos muy buenas cogidas de dos machos experimentados, ésta no me había dejado satisfecha, tal vez ya me había hecho exigente en ese ámbito, me levanté de la cama y vi a Alfredo satisfecho y con su miembro ya flácido y pensé. –Voy a intentar revivir a ese muerto, que valga la pena la última puteada en ...