1. Un inconveniente afortunado


    Fecha: 13/06/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Flyer, Fuente: CuentoRelatos

    ... extendía la mano y comenzaba a desabrochar los botones de la blusa. Abierta la blusa, la empujé suavemente hasta que cayó tras sus hombros, y en el mismo movimiento la acerqué, alcancé el broche de su corpiño y lo abrí. Libres sus senos de la prenda, hice una pausa contemplar tan sublime perfección. Del tamaño de melones, maravillosamente formados y aún sin palparlos, decididamente suyos: no hay cirujano plástico que pueda lograr eso.
    
    - Uauuu….
    
    Dije mientras las acaricié hasta como pidiendo permiso. Saboreé con mis manos la consistencia de lo natural. Masajeé sus areolas medianas, pellizqué tímidamente sus pezones generosos, que se endurecieron a mi tacto.
    
    - ¿Suficiente para levantar un viejo? - Bromea con sorna.
    
    Sin dejar de mirarla a los ojos, aflojé mi cinturón, desabroché mis pantalones, los cuales dejé caer con mis calzoncillos. Mi erección saltó hacia el frente como resorte. Tomé su mano, y la coloqué sobre mi pene, sin romper el contacto visual.
    
    - Eso parece. – agregó.
    
    Comenzó a sobar mi miembro suavemente, y bajó la vista para mirarlo por primera vez.
    
    - Ummm… pasable. – me provocó. No soy superdotado pero no tengo nada de qué avergonzarme.
    
    - ¿Pasable? – la expresión pícara de su rostro iluminado y hermoso me llamaba a comerla a besos.
    
    Sin mediar otra palabra, nos abrazamos, y nos entrelazamos en un profundo y largo beso. Mientras nos comíamos la boca, flexioné un poco mis piernas ya acomodándome con una mano le coloqué mi pija entre las ...
    ... piernas, no para penetrarla, sino simplemente para apoyar el largo de mi erección en la ranura caliente, cosa que adoro.
    
    - ¿De parados? ¿O en el piso duro? Que mal. Mejor lo dejamos para otra vez – claro que su lenguaje corporal no acompañaba su broma.
    
    Entre besos ni la fui haciendo retroceder lentamente al pequeño baño y dentro se sentó en el borde del el vanitory. Mordisqueé los lóbulos de sus orejas y besé su cuello, descendiendo lento hacia los objetos de mi deseo, donde me entretuve largo con mi lengua y mis manos, incitado por sus suaves gemidos. Sin prisa continuaron mis besos en su panza dura de gimnasia, su ombligo, sus ingles y sus entrepiernas, que gradualmente fue separando más, apoyando un pie sobre el borde de la bañera anexa, invitándome al punto ansiado. Me senté sobre el bidet que estaba justo enfrente, para atacar su concha con mi lengua con comodidad. Con pereza intencional, me fui acercando con lamidas y mordiscos suaves en la parte interna de sus muslos, hasta descansar mi lengua con intensidad sobre su engordado clítoris. Laura se tensó de placer y emitió un gemido gutural. La chupé por un rato, saboreando sus jugos, empujando ocasionalmente la lengua en su entrada perfectamente lubricada. Su respiración se volvió más agitada entre pausas largas donde contenía el aire y tensaba sus músculos.
    
    - No... Jorge... Ahhh... no...
    
    - ¿Mhhh? – pregunté sin que mi boca dejara su tarea.
    
    - Ahhh...me estás matando. Así no, te voy a empapar.
    
    “¿Te voy a ...
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