El viejo Ernie
Fecha: 21/06/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Usuario720, Fuente: CuentoRelatos
... contra la entrepierna del viejo, al estar sentado, Ernie básicamente estaba teniendo un lap dance, posó sus años en la estrecha cintura, a la vez que ejercía presión con su cadera para puntear a la hembra, sus manos comenzaron a recorrer la desnuda espalda sintiendo su piel suave. eventualmente las manos encontraron el camino hacia sus nalgas, apretando sus gordos chaquetes. A pesar de lo alto de la música, pudo escuchar a Mónica gemir ante el toqueteo, habían olvidado que estaban en un lugar público rodeados de otras personas.
Moni arqueó su espalda, acercándose a Ernie le susurro al oído.
-Creo que deberíamos regresar a mi casa.
-Cómo lo ordene mi gatita. -Respondió el ansioso viejo
Salieron de la casa tomados de la mano, tomando rumbo por la desierta calle, una vez lo suficientemente lejos de la fiesta, Moni empujó al viejo contra una pequeña barda, oculta por una línea de árboles, hincándose frente a él para comenzar a besarse.
-Creo que mejor será llegar a mi casa, esta unos cuantos metros antes jeje. Sugirió el.
-No puedo esperar tanto- Dijo la excitada hembra
Sin perder el contacto visual, Moni dirigió sus manos hacía la entrepierna del viejo, tanteando, desabrochó el cinturón y el cierre, y de un jalón bajó el elegante pantalón, dejando a su alcance el objeto de su deseo.
Le brillaron los ojitos al ver la desmesurada herramienta sexual llena de venas y embarrada de lubricante que se gastaba su viejito, tomó el caliente y grueso tronco con una ...
... de sus manitas sin dejar de seguir el bamboleante movimiento que adoptaron los testículos del macho.
Sonrió y lentamente fue bajando su escultural culo hasta quedar en cuclillas, el viejo la veía imponente, con un auténtico orgullo de macho, ella acercó su carita hacia el morado hongo pulsante que era el glande, abriendo su delicada su boquita para proceder a engullirse ese exagerado miembro.
Suspiraba y gemía como si esa verga fuera lo más delicioso que se metía a la boca.
Siguió regalando caricias linguales a esa verga, pasaba su lengua por toda la extensión del miembro y lo tragaba hasta que su respingada nariz sentía las cosquillitas de la blanca y podada mata de pelos.
Con una mano sostenía firmemente la verga mientras con la otra se dedicaba a realizar suaves caricias a los enormes huevos de su macho.
El triunfante vejete, observaba embelesado, la lujuria con que la damita se comportaba rápidamente posó sus manchadas manos en la cabecita de ella aun enfundada por la máscara, haciendo que aumentara la velocidad del placer oral que la nena le proporcionaba.
Al sentir que prácticamente le follaban la cara, Moni cambió de postura, colocando ambas manos sobre el suelo a fin de no perder el equilibrio, quedando básicamente en cuatro patas, cual gatita recibiendo su ración de leche.
Sentía aquella gruesa vara de carne llenarle la boca y dilatar lo más profundo de su garganta, mientras con la lengüita de ella mantenía un suave masaje por toda la extensión. ...