El cabrío semental de mi suegro viene a visitarme
Fecha: 02/07/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Ishtar Flores, Fuente: CuentoRelatos
... Sandra Verónica. Ver el cuerpo de una hembra como tú, se le levanta hasta un muerto. – me dijo sonriendo. Mi semental se colocó ésta vez boca arriba, al tiempo que observo como el pene del mismo había crecido, y se mostraba desafiante como un mástil, escuchando que decía:- vamos preciosa. Monta este caballo. Sé que eres una buena jineta…
Sin poderlo evitar, me colocó a horcajadas sobre ese macho cabrío, flexionando mis rodillas, hasta ir acercando la vulva de mi vagina hasta el capullo de aquel enorme pene. Así, poco a poco fui descendiendo, constatando como aquel vástago se incrustaba en mi vagina hasta terminar de una sentada totalmente dentro del mismo. – oh... Ezequiel... ¡cómo me llena! Apoyó mis manos en los brazos de mi macho e inició los movimientos de subir y bajar, manteniendo siempre como eje la tranca de aquel potro. Los jadeos de la hembra en celo, no se hicieron esperar y pronto comencé a cabalgar como si de una autentica montura se tratara. Mi suegro igualmente se excito al ver como la mujer de su hijo disfruta ser penetrada, estábamos disfrutando el clásico mañanero, yo ascendía y bajaba sobre ese pene, al tiempo que rebotaban ante el los hermosos pechos de su nuera. Las continuas subidas y bajadas de la misma sobre su tranca me propinaron unos calambrazos que hicieron crecer aún más su pene, si es que aún podía crecer más. – vamos Verónica. Veo que eres una buena jineta… venga… necesito ver cómo te corres…
Como la loba que soy, instigada por aquellas ...
... palabras, no me hice de rogar, y las cabalgadas sobre el pene de mi suegro se intensificaron hasta el punto de que pronto, no pude más, y entre en trance alcanzando un tremendo orgasmo... Oo siii me vengo, mmm aaaa. Que rico orgasmo estaba teniendo, mordí fuerte mis labios para no gritar y despertar a mis hijas y suegra, para terminar apoyando mi cabeza y pecho sobre el torso desnudo de Ezequiel, totalmente agostada. Pero, como cabía esperar, Ezequiel no se conformó con ello, sino que, dándome la vuelta, sin sacarme el pene de mi vagina, e invirtiendo la posición, ahora era él quien, en esa posición ventajosa, penetraba sin piedad, insertando una y otra vez su daga en la caliente vagina de su nuera.
Con cara de lujuria, comencé a mirar el rostro de mi suegro, viendo como me excitaba contemplar las expresiones que se reflejaban en la hermosa cara del progenitor de mi esposo, mientras me tensaba antes de iniciar una vez más la descarga de su semilla dentro de mi. Esta vez no se lo impedí, en el fondo deseaba sentir de nuevo la leche caliente del maduro semental que tenía encima. Bastante semen había recibido en la madrugada, por lo que había perdido todo sentido volverme a preocupar. En cuanto sentí los primeros lechazos, le dije: Vamos préñame... Eres un cabronazo… oo sii lléname otra vez… ooo como siento tu leche…
Mi suegro lanzo nuevamente su carga dentro de la mujer de su hijo, extrañándose el mismo de la gran cantidad que había expulsado. En pocas horas y a pesar de su ...