1. Marisol y el Sureño


    Fecha: 18/07/2025, Categorías: Sexo Oral Autor: Patita Putita, Fuente: CuentoRelatos

    ... palo desinflándose.
    
    Algo confusa se quedó quieta. No acababa de comprender bien que había sucedido, y menos cuando él empezó a buscar algo alrededor. ¿Qué buscas? Le preguntó ¿Dónde lo soltaste? ¿Dónde solté qué? Con esa respuesta, el Sureño abrió los ojos y soltó una carcajada. Finalmente ella entendió que le había le había echado toda la lefa hasta adentro de la garganta, y que ni siquiera la había sentido de tan adentro que le había metido el mástil. Él se rió muy contento, eso le gustaba mucho. Toda la leche se le había directo, no le quedó nada en la boquita. Terminó de entenderlo más tarde, al pensarlo ya en frío.
    
    Vistiéndose, le comentó del gran tamaño de su instrumento. Riéndose, el Sureño le respondió: deberías de ver la de mi hermano… ¡Mide 25 cm…! La mía solo mide 19, bueno, compensa por los seis de grueso.
    
    Decidió que ya quería regresar. Ya era suficiente. Apurada, se arregló, inquieta y nerviosa. ¡Bastaba de emoción!
    
    Diciéndose ¡Ya me cargó la chingada… ¡ ¡Ya estuvo suave! ¡Este guey es un chingón! Vagamente se sentía puta… ¡pero había sido a toda madre!
    
    Con precauciones, la dejó cerca de su casa y marcaron para encontrarse otro día.
    
    Entró nerviosa a su casa, aparentando calma, sin conseguir olvidar ese momento mágico especial que había vivido, esos besos y abrazos apasionados, esa verga enorme que se había comido entera, esa situación risible de la que no se había dado cuenta, la de haberse tragado la leche sin sentirla. A solas en su baño, ...
    ... estaba pensando… recordando, saboreando y ya imaginando la siguiente vez, ya pensando en cómo iría a gozar cuando él se la cogiera. El mundo le valía madres. Se había entregado plenamente al amante. Los siguientes días, se veían de lejos y él le hacía gestos con la mano al estilo pandillero, en que le decía: “Te amo” haciéndola sentirse una niña soñadora, escapándose de su mundo real.
    
    Asombrada, se dio cuenta de lo alelados que estaban los dos. Viéndose al espejo se regodeaba, preguntándose: ¿Yo lo estoy seduciendo? Es mucho más joven. ¿Así estoy de bonita y de buena? Viendo su cuerpo al espejo, se admiraba, veía sus carnes firmes, las piernas bien formadas, las nalgas redondas y duras, los pechos erguidos a pesar de los dos embarazos. Tenía muy bonita figura y envanecida se recreaba sintiéndose poderosa, contenta y gozando la sensación de haber conquistado un garañón joven y potente como ese. Se sentía mucha más mujer que cualquier otra conocida. Y daba vueltas admirándose y gozando su imagen, su ser.
    
    Después de esta vez Marisol ya aceptó las citas sin dudar, sin titubear, se volvieron a encontrar con espacios de pocos días, estaban impacientes por seguir fodiendo. A pesar de los reclamos y pedidos de él, todos los encuentros fueron muy breves, le preocupaba mucho tardarse, ser sorprendida. Dentro de su locura estaba medio consciente de tomar algunas precauciones.
    
    Para las siguientes salidas, ya fue sencillo, en el camino, se comenzó a bajar los pantalones, junto con ...
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