Nueva normalidad
Fecha: 23/07/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos
... ciudad y no lo veía hace dos meses. Así que al igual que su madre, Lucia a veces hasta tapándose la boca buscaba con sus dedos entre sus piernas.
Fue un fin de semana que su mamá salió a cenar con su padrastro. Ambos bebieron de más, pero a Diana el alcohol se le iba a la cabeza de inmediato. Así que llegó casi cayendo, apenas logro tumbarse sobre el sillón. Alberto recibió una llamada de su jefe y tuvo que salir para aclarar varios pendientes en las oficinas de las tiendas. Aunque trato de llevarla a la habitación, Diana estaba ya acomodada roncando sobre el sillón.
—¿Te vas? —pregunto uno de sus hijos que estaba atrapado detrás de su consola de juegos.
—Si, no tardó. Les encargo que no vaya a caer —dijo señalando a Diana.
—sin cuidado pa' acá le echamos un ojo.
—gracias, espero no tardarme.
De inmediato Chava saco su teléfono dirigiéndose a ella.
—¿Qué haces? —dijo Betito
—Cuida que no salga la enana de su cuarto —dijo mientras levantaba el vestido hasta su cintura, mientras el flash sin parar salía como las fotos. Al mismo tiempo su verga se puso dura y la mano dejo de temblarle. Puso su mano sobre sus nalgas, sintiendo el calor que le recorrió el cuerpo.
—¡Puta que ricas nalgas!
—¡Oye! —dijo Betito en voz baja.
—¿Que?
—yo también quiero agarrar ese culote.
Ambos tocaban con cierto temor a que despertara, los descubriera o saliera Lucia, que con los audífonos puestos no enteraba de nada de lo que pasaba a unos metros de ella.
Fue ...
... Betito quien se atrevió a meter un dedo en aquella panochita que, haciendo de lado la tanga quedaba a la vista de ambos. Hundió su dedo y Diana pego un leve brinco. Los dos se quedaron fríos, sin respirar y con el pulso a mil por hora.
—Nos van a escuchar los niños —balbuceó apenas, sin abrir los ojos.
—Solo un poco —dijo chava tratando de imitar la voz de su papá.
—¡Poquito! —respondió ella y chava se bajó el short para poner la punta de su verga sobre los labios de Diana que asomo la legua para saborear un poco, ante la mirada incrédula de Betito que de inmediato se sacó el pantalón aún incrédulo.
—¡Déjame a mi! —dijo, mientras su hermano con un dedo en la boca le pedía que se callara, pues poco a poco iba metiendo más y más su verga en aquella boquita. Luego se hizo a un lado y dejo a su hermano tomar su lugar.
—¡Que rico! —podía ver cómo su verga se marcaba dentro su mejilla, mientras a su hermano bajaba la tanga por sus piernas hasta los tobillos, para luego zafarla entres sus pies y ponerla sobre su nariz guardando el olor en su memoria. Diana asomaba su lengua salivando sobre la punta de su verga para luego recibirla en su boca. Mientras con mucho cuidado y miedo chava posaba la punta de su verga sobre su panochita húmeda. Ambos se miraron sabiendo que no había marcha atrás y que no importaban las consecuencias seguirían adelante.
Lentamente su verga avanzo, hasta posarse dentro de Diana que soltó un ligero gemido. Así se quedaron quietos, hasta que ...