Nueva normalidad
Fecha: 23/07/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos
... habitación.
Mientras la colocaban sobre la cama el vestido se subió y chava aprovecho para hacer un comentario de esos que acostumbraba.
—Así deberías de usar tú también tangas hermanita, se te vería bien rico tu culo.
—¡Cállate! Y no soy tu hermana.
—Pero si tiene razón —agrego Betito echando un vistazo a su culo— aunque sea cacheteros, con esas nalgas huy no mames bien rica y si eres nuestra hermanita.
Al día siguiente el dolor de cabeza mataba a Diana que apenas noto el semen en su interior al bañarse, además era común que Alberto acabará dentro pues quería un hijo con ella. Aunque él se disculpó por dejarla sola y volver tan tarde ella no recordaba nada. En la cama de Lucia los dos hermanos dejaron una caja con ropa interior que compraron en línea. Tangas, cacheteros, ligueros, medias. Todo con una nota. "Para nuestra hermanita la más sabrosa". Aunque le hervía la sangre pues la tenían hasta la coronilla, espero a que su mamá y Alberto se fueran al trabajo para desatar su furia sobre ambos hermanos.
—¡Que es esto pendejos!
—Ropa
—¿Te gustó? —ambos reían y se miraban divertidos, lo que hizo enojar más a Lucia quien aventó la caja buscando pegarle a alguno de los dos sin conseguirlo. En cambio golpeó la pantalla de ochenta pulgadas que Alberto presumía como una cualidad en su buen gusto. El televisor se tambaleó para luego caer de frente sobre el piso. Ante el asombro de los tres.
—¡NO MAMES!
—¡Valió verga!
Lucia aterrada miraba como la ...
... pantalla se destrozaba, del coraje paso al miedo y a la angustia.
—¡Pues ustedes y sus pendejadas! —trato de defenderse aunque las piernas le temblaban y trataba de aguantar el llanto.
—esa mamada la pidió desde el extranjero
—¡No mames Lucia la cagaste cabron!
—¿Y ahora qué hacemos? —pregunto ella, esperando encontrar una respuesta que aliviará esa angustia que le invadía el estómago.
—¿Hacemos? —dijo chava mientras levantaba lo que quedaba de pantalla.
—tu Lucia, te pones toda loca por un poco de ropa, ya ni chingas.
—¿Qué hacemos? No me van a dejar sola con el paquete.
—Ve pensando como pagarla, se va a encabronar bien gacho el viejo.
—no mames —las lágrimas escurrían por sus mejillas mientras ellos limpiaban.
—yo me echo la culpa pero si te va a costar caro. Me va castigar las tarjetas —dijo chava ante el asombro de Betito.
—Lo que quieras, te lavo la ropa lo que sea.
—Nel, esa madre está arriba de los cien mil varos.
—lo que quieras
—vas a ser mi puta hasta que pase mi castigo.
—¡NO MAMES! —dijo de nuevo enojada.
—Bueno no es a fuerza.
—Nos echamos la culpa los dos, pero si pon de tu parte Lucia.
—¡Es que no mamen no!
—Piénsalo, mientras recogemos tu desmadre —ambos intercambiaron miradas de complicidad mientras Lucia se encerraba en su habitación.
Dos horas después, mordiéndose el labio y sin opciones salió de su habitación.
—Ok —dijo sin más explicaciones. Ambos brincaron sorprendidos. Sabían que en cuanto ...