Te entregaste, gozaste y seguiste. Así te fue
Fecha: 24/07/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... psicólogos y psicoanalistas, variados, con fama y enfoques de diferentes corrientes. Dos cosas hicieron igual, no dar resultados y cobrar mucho”.
- “Es lo esperable en ese ambiente, hay profesionales buenos, pero encontrarlos es una lotería”.
- “Ante eso Mario, viendo que algunos días caminaba por las paredes, me sugirió que buscara alguien que me diera la satisfacción necesaria, con una sola condición, que él aprobaría la elección pues deseaba preservar al máximo nuestra unión; por eso Juan nunca estuvo entre los candidatos, en cambio vos sí cuando nos enteramos que Leonor te engañaba.
- “Gran honor”.
- “Hay un pedido de mi esposo que no es excluyente, sino un deseo que, aunque no lo aprobaras nada cambiaría. Se trata de la no participación de la boca pues dice que esa parte le resulta como comprometiendo sentimientos que sería bueno mantener al margen”.
- “Espero adaptarme a esta modalidad, que por supuesto acepto, pero es algo nuevo. De todos modos la mutua afinidad puede influir como buena compensación”.
- “Mario, te molestaría que hagamos la prueba ahora?”
- “Por mi encantado, pero me voy, creo no estar preparado para verlo y de esa manera ustedes estarán más tranquilos”.
- “Creo que en esta nueva circunstancia nos puede ayudar la imaginación. Hagamos de cuenta que mi lengua, asomando por entre los labios, te recorre saboreando, lóbulo de la oreja, cuello, hombro, llega a tus pechos y se prende de los pezones”.
- “Y por qué no lo hacés, con ...
... solo decirlo me estoy calentado”.
- “Porque eso sería romper el equilibrio a favor tuyo y en contra mía. Mario y vos pidieron esa limitación que yo, no del todo convencido acepté, pero involucrando a los tres para que sea pareja la distribución de ese efecto ciertamente incómodo”.
- “Ya estoy arrepentida”.
- “De todos modos, hasta tanto se pongan de acuerdo en hacer el cambio, habrá que seguir así”.
Un rato más seguimos con las caricias hasta que note la ausencia de cambios en la mutua excitabilidad. Desgraciadamente la fase de meseta en que estábamos si no respondía hacia arriba, era segura su disminución. Mi último intento fue penetrarla antes que desapareciera la natural lubricación.
Mi orgasmo fue de baja calidad y, el de ella, probablemente peor; mi descanso fue corto como si no hubiera tensión que liberar y ella rompió el silencio que agobiaba.
- “Gozaste?”
- “Sí, pero fue nada más que una respuesta fisiológica”.
- “Así me pareció, lamento no haber podido darte buen placer”.
- “Seguro que nada tenés que ver en esto, simplemente no hemos sabido adaptarnos a reglas de juego diferentes a las habituales. De otro modo no se explica la satisfacción que siento teniéndote abrazada y unidas nuestras mejillas”.
- “Qué desgracia puta. Dame algo de tiempo que esto va a cambiar”.
Por supuesto que nunca fui a la clínica donde estaba internada Leonor. De sus necesidades se ocupaba una persona contratada por la empresa, que había sido del padre y ahora ...