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Te entregaste, gozaste y seguiste. Así te fue
Fecha: 24/07/2025, Categorías: Infidelidad Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... busquen y, luego de torturarte una semana, acaben con tu mísera vida”. Evidentemente mis palabras no iban a ser escuchadas así que callado tomé la cuerda armando el lazo del ahorcado; al terminar e ir acercándome reaccionó el galán. - “Qué estás por hacer hijo de puta”. Sin responder le puse la soga al cuello y empecé a ajustar hasta que la palidez de su cara me indicó haber llegado al límite y ahí aflojé un poco. - “Ahora tendrás ganas de hablar?” Tomó varias bocanadas de aire mientras afirmaba con la cabeza. - “Cuántos cornudos hay en la empresa?” - “En total cuatro”. - “Y cuántos aceptan mansamente su condición”. - “Ninguno, pero cuidan su trabajo, o no son capaces de hacer algo para frenar eso”. - “Y vos pensás que si te enfrentaran o presionaran a sus mujeres la cosa cambiaría”. - “No, pero estarían mostrando su disconformidad y manifestando hombría”. - “O sea que te gustaría verlos quejarse o enojarse demostrando su impotencia para revertir el asunto”. - “Sí, quizá sea eso”. - “Última pregunta, cuanto tiempo llevan ustedes de relación?” - “Dos meses más o menos”. Lo hice acostarse y a ella sentarse sobre la pelvis mirándolo, mientras yo me ubicaba a su espalda con la cuerda en una mano y la otra engarfiada en el pelo a la altura de la nuca. Había llegado el momento de darle un corte definitivo a la cuestión. - “Una lástima tu amenaza de hace un rato porque, como te creo capaz de cumplirla, quedo sin opciones, pues ...
... entre mi vida y la tuya, sin duda prefiero la mía”. - “Te juro que todo era mentira”. - “Ojalá fuera posible comprobarlo, pero hay demasiado en juego, y se cumple nuevamente el dicho “El hombre es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras””. - “¡Por Dios, sácame esto del cuello, haré todo lo que digas!”. Me paré sobre la cama a su lado colocando la planta del pie en el cuello y ajustando el lazo. - “Mirá querida, cómo empieza a palidecer, en seguida irá poniéndose azulado indicando que la sangre carece de oxígeno y, cuando las pupilas se agranden y no se contraigan ante la luz, significa que ya no hará más maldades”. - “No me hagás mirar eso”. - “En algún momento lo vas a tener que mirar, y teniendo en cuenta que tu placer era el contacto íntimo con él, voy a colaborar para que siga” Y haciéndola acostar sobre el muerto uní ambos cuerpos con cinta en torso, muslos y tobillos. En ese momento, desde el aparato de mi esposa, hice una llamada perdida a mi teléfono, que era la señal para mi hermano, quien debía en ese momento enviar un mensaje diciendo “Querida ya tengo el pasaje, cuando llegue a destino te aviso”. Luego salí de la habitación al son de los gritos de la infiel y cerré la puerta yendo hacia la salida. Al portón de ingreso vehicular lo dejé levemente entornado para que los invitados a disfrutar del cuerpo de mi esposa no tuvieran dificultad en entrar. Unas cuadras más adelante, viendo que no había cámaras registrando me cambié la campera y ...