1. Ella y yo


    Fecha: 06/08/2025, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tumbé en la cama. Me recosté sobre ella y me abrió las piernas, sabiendo que la iba a penetrar. Pero no lo hice. La besé con toda la pasión que me fue posible, intentando transmitirle todo lo que sentía con mis labios y mi lengua. Acaricié sus pechos y retorcí juguetonamente uno de sus pezones. Y rompí el beso, me incorporé y tomé sus muslos. Abrí sus piernas y las pegué lo más que pude a su cuerpo.
    
    La visión de su sexo, abierto y palpitante encendió el deseo en mi interior y la penetré con fuerza. Los dos proferimos un grito de placer. Esa posición es sumamente placentera. Yo llegaba hasta el fondo de ella y yo entendía que eso le gustaba. Nuestros gemidos eran roncos y mis arremetidas fuertes y lentas, pero constantes. En un momento nuestras miradas se cruzaron y fue demasiado para mí. Estaba muy excitado y no duré más de 10 minutos.
    
    Me sentí tremendamente mal, pues ella apenas comenzaba a gozar, cuando yo ya había terminado. El verla, tan sumisa, tan indefensa y tan dispuesta a todo… el verla tan bella, tan amorosa, tan sexy, tan pequeña y tan frágil y verla gozando como yo… me hizo llegar al orgasmo mucho antes que ella. Ese ha sido uno de los mejores orgasmos de mi vida, aunque fuera muy breve. Le pedí disculpas, pero ella me regañó. La besé jadeando y ella me correspondió con su lengua juguetona.
    
    Ella acarició mi cara y me dijo “no importa”. Casi se me rompe el corazón al escuchar eso de sus labios. Por experiencia se que si importa, pero el hecho de que ella ...
    ... tenga que mentir de esa manera para hacerme sentir mejor, habla de que siente un amor muy profundo por mí. El hecho de que ella esté gustosa de renunciar a su propio placer por hacerme sentir bien… Wow… La amo y agradezco cada segundo que paso a su lado. Amo su comprensión y su paciencia para conmigo. Pero no iba a dejarla así. Tomé su mejilla con una de mis manos y le dije “¿segura?” a lo que asintió firmemente y agregó “aun nos queda todo el día…”
    
    Eso me animó un poco y la bese, feliz, aunque un poco apenado por mi desempeño. Ese sentimiento me instó a, de alguna manera, compensarlo. Así que comencé a tocarla y a dedearla. Ella se dejaba hacer mientras correspondía a mis besos y mis caricias. Le acaricié todo el cuerpo, deteniéndome en sus partes secretas.
    
    - Te amo Valeria – le dije entre suspiros.
    
    - Y yo a ti – me respondió con una sonrisa en los labios
    
    Me ceñi a ella mientras que mi “amigo”, después de unos 10 minutos, comenzaba a despertar nuevamente. Cambiamos de posición y ella me dio la espalda. La atraje aún más hacia mí y sentí como mi miembro rozaba sus nalgas. Le acaricié los senos, jugueteando con sus inflamados pezones. Besaba su hermosa espalda con lentitud y ternura mientras que a cada segundo mi pene crecía. Ella me restregaba las nalgas cada vez más y sentía como su piel despertaba ante las sensaciones que provocaban mis manos y mis labios.
    
    Pasado un rato de este tratamiento, ella se volvió hacia mí, me besó con pasión y se colocó encima. La ...
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