Deseos y reproches
Fecha: 12/08/2025,
Categorías:
Intercambios
Autor: Gargola, Fuente: CuentoRelatos
... —le susurró al oído a Ángela, y ésta asintió con la cabeza respirando aceleradamente. Jorge untó su polla con abundante gel, pero antes fueron sus dedos de avanzadilla con objeto de dilatar el pequeño orificio, y en pocos minutos le tocó el turno a la tuneladora. Ángela lo cogió con la mano para frenarle si era necesario y Jorge presionó con cautela intentando que la penetración no fuese dolorosa. Los decibelios empezaron a acentuarse en la habitación, puesto que los gemidos troncaron en pequeños gritos conforme el falo iba adentrándose en sus entrañas. Mientras la enculaba buscó con los dedos el clítoris para proporcionarle más placer. A su lado, Carlos seguía embistiendo con fiereza a Tamara, y ante los embates, ésta empezó a culear con movimientos en espiral queriendo notar cada centímetro de la nueva polla. Con ello, y con el hecho de ver a su esposa gozando con aquel semental llegó al clímax con sentimientos contradictorios, por ende, Tamara se dejó llevar y liberó su orgasmo exhalando un sonoro gemido. Seguidamente Carlos se dejó caer exhausto encima de ella.
Cuando recuperó el resuello vio que su esposa seguía gozando de la sodomía. Carlos contempló como el falo de aquel individuo se adentraba en el esfínter de su esposa con contundentes golpes de riñón que parecían querer reventarle el ano, en cambio, la cara y los gemidos de ella eran un manifiesto del placer que percibía. Tamara se incorporó y descendió sus fauces para proporcionarle más placer a Ángela con su ...
... lengua repasando toda la zona, desde la polla de su esposo —actuando en forma de pistón— transitando después por una raja que se abría y cerraba en cada embate, y tras unos breves minutos lengüeteando y succionando el clítoris, Ángela liberó todo lo que tenía. Un grito escapó de su boca y un chorro de líquido explosionó en la de Tamara, que no dudó en saborear. Ángela estaba a punto de rematar su orgasmo cuando su follador aceleró los embates y soltó lastre en su interior entre resoplidos hasta ultimar el clímax en un último empujón, como si quisiera dárselo todo.
Ante semejante escenario de depravación, Carlos corroboró lo que tanto se temía, y era que aquella aventura deteriorara su relación con Ángela. Estaba sobradamente claro que ella había gozado hasta el límite, al fin y al cabo era lo que quería, y aunque quisiera rechazar esa realidad, él también lo había hecho, sin embargo, lo que le reconcomía por dentro era saber que alguien se había follado a su amada, y no sólo eso, sino que ella lo había disfrutado sobradamente. Sabía desde el principio que no estaba preparado para ello, por lo que quiso desaparecer de allí a la mayor celeridad. Se acercó a su esposa que yacía a medio metro intentado recuperar el resuello.
—¿Nos vamos?
—¿Ya? —se quejó ella, en voz baja en contra de su empeño.
—¿No has hecho ya lo que querías? —preguntó un tanto airado.
Ángela entendió sus palabras como un reproche, y sobre todo detectó su inquietud y su enfado.
—¿A qué viene esa ...