1. En familia con Paty


    Fecha: 18/08/2025, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Paty lo montaba y estaba con sus movimientos frenéticos, como yo le conocía y que me enloquecían, solo al imaginarlos dentro de mí.
    
    Me enderecé y me monté en Salvador. Inicié mis movimientos como siempre había hecho, pero él, creo que vio cómo se movía su hermana, me puso de espaldas, me subió las piernas a sus hombros e inició esos movimientos tan lindos, frenéticos, con mucha fuerza y golpeándome bien fuerte mi interior, como los que yo observaba hacía Paty. Duró bastante tiempo, a mí me llevó a un orgasmo, y otro, y otro, y otro más, y así, y me volvió loca. Él seguía aguantando, sin venirse. Se detuvo, le bajé de sus hombros una pierna mía, le apreté mi cosita y bastaron pocos movimientos cuando, de repente.
    
    “¡OUCH!”, al estilo de Paty, explotó sin ningún esfuerzo, bien fuerte y bonito. ¡Que lindo! ¡Que sabroso sentí! Bajé mi brazo que encontró a Paty. Ella me hizo una caricia que logré percibir y yo solo la volteé a ver, le aventé un beso y le dije que yo tenía mucha suerte de tener a los de su familia dentro de mí, dentro de mi cuerpo y dentro de mi corazón. Ella lo entendió y apreció.
    
    Yo no me iba a conformar con ese poquito que me había dado Salvador. Lo volteé boca arriba y apliqué mi conocimiento para volverlo a poner listo, firme, durito, ese hermoso pedazo de carne que me daba placer, hasta de solo verlo.
    
    “¡Bárbara, que buena eres! En un dos por tres lo reviviste. ¿Te está gustando estar con el hermano de Paty?” Preguntó Salvador, su mismo ...
    ... hermano.
    
    “Me encanta, eres lo máximo que yo he deseado. ¡Eres lindo, digno de tu hermana, que es como tú!” Fue mi contestación.
    
    “¿Siempre tienes esa sonrisa, sobre todo cuando llegas a tu punto máximo?” Me preguntó. Yo no me había dado cuenta, pero sí siento una felicidad muy grande cuando tengo a alguien que me gusta y me da lo que deseo.
    
    Adopté una posición para poder montarlo y cabalgar bien fuerte, con todo su pene bien adentro de mí, bombeándome fuerte, que yo lo sienta hasta bien adentro. Él feliz, sintiendo también muy bonito, mis piernas ya no aguantaban y él me rodó y se me montó, mis piernas sobre sus hombros, su penetración era bien profunda. La sentía a cada embestida. Así seguimos bastante rato. Yo admiraba su duración, ese bombear me causaba enormes olas de placer, mi orgasmo no se dejó esperar y me hizo gritar de placer varias veces, hasta Paty se sorprendió. Salvador me había vencido, me hizo gritar de placer. ¡Que hermosura, así es también Paty!
    
    Él todavía tenía fuerzas, no se había vuelto a venir, pero ya estaba a punto. Yo le daba también algunos empellones, cuando lograba reunir fuerzas y empujarlo hacia arriba. En una de esas, ¡Lo logré! Explotó llenándome de su semen. “¡Dámelo, lo quiero probar!” Le dije
    
    “¿De veras te gustaría en tu boca?” me preguntó.
    
    “¡Sí, dámelo!” alcancé a recoger un poco de mi vagina, el poco que se me escurría lentamente. Una buena cantidad suficiente como para poder saborearlo. Y le tomé su pene y lo limpié con mi ...
«12...456...10»