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Las bragas azules de Andrea Celeste: Mi guía de turista
Fecha: 27/08/2025, Categorías: Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... si le había sido infiel a su esposo anteriormente y quizá se atrevía conmigo por esa condición que ya nos volveríamos a ver. Le di en un sobre una gratificación considerable y la cual no era con la atención de comprarla, mas bien, siempre agradezco a la gente que me hace sentir bien o hace su trabajo bien. Me quedé con la ansiedad si en verdad Andrea Celeste llegaría la siguiente mañana, pues también se podría echar para atrás. Exactamente a la hora me llamaba recepción. Voy a su encuentro y Andrea Celeste lleva un vestido cuya falda llega unos diez centímetros por sobre su rodilla de ese color alusivo a su nombre, zapatos del mismo color y unas medias oscuras que dan contraste y que hacen ver sensuales sus piernas. Me embriaga con su perfume cuando nos saludamos con un beso y pasamos al restaurante del hotel. Plática trivial y un desayuno más que liviano. Creo que al igual que ella estábamos con la tensión de cómo pasar a mi habitación, pues mi ansiedad era follármela y no sabía si estábamos en verdad en la misma frecuencia. No sabía como hacer de un lado la plática e invitarla a subir a mi habitación. Me fui a lo breve y directo: -¿Pasamos a mi habitación? -¿Debería? -Quizá para darle respuesta es pasar… ¿No crees? -Pasemos… aunque esto me pone súper nerviosa. Subimos a mi piso y una vez entramos a la habitación la tomé por la cintura desde su espalda y removiendo su rubia melena le di un beso a su cuello de piel blanca. Descubrí más pecas en su cuerpo, ...
... pues nunca me le había acercado tanto. Me gustaba su perfume y como su piel reaccionó a esos besos. Se dio vuelta y nos dimos un beso prolongando donde saboreamos nuestras lenguas. Buscamos inmediatamente la cama y apresuradamente nos desvestíamos el uno al otro. Su vestido era fácil de remover, pues solo consistía en desabotonar la parte superior y bajar un cierre y cayó su vestido. No llevaba brassier y llevaba un bikini diminuto de un color azul marino. Yo me bajé los pantalones y mi falo había reaccionado alegremente a la situación. Usaba bóxer, pero mi falo los separaba de mi cuerpo por tal erección. Andrea se acostó por sobre sus espaldas en la cama y pasé a removerle sus pantimedias. La dejé solo con sus bragas y me lancé a comerle esas dos pequeñas tetas, las cuales por su tipo de cuerpo se mantenían en su lugar bastante sólidas. Creo que al igual que yo, esta chica también había imaginado esta situación. Gemía suavemente cuando paseaba mi lengua por sus tetas y abdomen y de esa manera invadí su ombligo y pasé a besarle el sexo por sobre la tela de sus bragas. Se le miraba el hueco y cómo se humedecía a medida que le dedicaba tiempo en besarle su conchita. Pasé a quitarle sus bragas y de esta manera saborear su conchita bien mojada. Paseaba mi lengua por esa rajadura y me entretenía haciéndole círculos en su clítoris. Esta mujer estaba tan excitada que en minutos me pidió que la penetrara y en posición del misionero le he dejado ir mi verga hasta el fondo y después ...