HORMIGONANDO 2
Fecha: 20/09/2023,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... que pudiera desabrochar la prenda. ¡Las tetas que aparecieron son maravillosas! Pezones gigantes y duros, color marrón clarito…, como la areola.
Ahora si, todo completo. Caricias de lengua, mis manos en sus tetas, las suyas en mi espalda, la pija al fondo, las piernas sobre la cintura, siguiendo el ritmo del bombeo… Ninguna palabra, solo suspiros, respiración agitada y gemidos… Los orgasmos fueron al unísono. ¡Tremenda sacudida! ¡Quedamos tirados, agotados!
-¡Mamita! ¡Dame la lechita de Dani! – ¡Fue cuando recordé la existencia de la nena!
Me levanté y le dejé lugar. Ella me sonrió y se agachó entre las piernas de la madre. Hice lo mío. Le bajé la tanguita a Claudia. Ella facilitó el retiro con sus manos. Mientras chupaba la concha de la mamá, abrí sus piernitas para chuparle culo y concha. ¡Totalmente húmeda! ¡Había tenido un orgasmo mientras cogíamos con la mamá! ¡Exquisitos los fluidos!
Por suerte las pastillitas nunca me fallan. Si bien tendré que esperar como una hora para volver a producir esperma, la tenía suficientemente dura para que fuera útil. Me masturbaba continuamente, desde que la saqué de la concha de Dalia, para agilizar el trámite.
-Terminé con mamá. Ahora te toca a vos. – La nena se dio vuelta hacia mi pija. Me acosté boca arriba. La tenía perfectamente a mano. Besó y lamió desde los testículos al glande. Dalia se arrodilló a nuestro lado.
-¿Querés montar a Dani? ¡Te va a gustar!
-¿Cómo están tan preparadas? – Yo quería saber qué tal de ...
... profesionales son, sobre todo por la nena. ¡Lo último que quería es hacerle daño.
-Luego te explico. – Dalia me miró sonriente. Le indicó a su hija. - ¡Ponete arriba, en cuclillas!
La tomé de las manos. La mamá guió la pija. La tomó de la cintura.
-Despacito, querida, te voy bajando… - Con la ayuda de mis manos y de la mamá, se la fui introduciendo, despacito. ¿Sería virgen? ¿Por qué tantos cuidados? - Claudia no ha tenido un miembro viril dentro de ella. Solamente ha mamado. Yo la desvirgué con un dildo hace un tiempo, para que no tenga dolores cuando se dedique al trabajo propio de las mujeres del pueblo.
¿El “trabajo” de las mujeres del pueblo sería coger? Parece que Dalia adivinó mi pensamiento. ¿Será cierto? Ya la había penetrado totalmente. La mamá le indicó como cabalgar.
-Arriba, abajo, arriba, abajo. Así, muy bien. Ayudate con las piernas. - Yo la acompañé con mis caderas. Realmente su conchita estaba apretadísima. ¡Parecía sin uso!
La tomé de la cintura. Dalia la soltó. Creo que adiviné sus intenciones.
-¡Vení tesoro! Sentate sobre mi cara, ¡Quiero tener tu rica concha saboreada por mi lengua!
Me sonrió y rápidamente se instaló. Hermosa concha la de Dalia. Mientras cogíamos no se la había visto. Gorditos labios externos, húmedos y prolijos labios internos. Riquísima además, gusto a vainilla, mezclado con el sabor de mi semen y de sus fluidos. Ella, bien práctica, movía las caderas de atrás hacia adelante, desde un costado al otro. Yo lamía desde el ano al ...