LA VIRGINAL HISTORIA DE VIRGINIA
Fecha: 27/09/2023,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... garganta. Virginia se entretenía con el culo de Betty…; Claudia lo hacía con el culo de Virginia… Todas con las bocas ocupadas.
Cuando sentí que corría peligro de acabar demasiado pronto, salí de abajo y la puse a ella. Me arrodillé entre sus piernas y se la metí de una. Con Betty no hacía falta demasiado preámbulo. ¡Qué hermosos los rollitos! Me agaché para mordisquear. Betty gritaba como loca.
-¡Ay! ¡Ay! ¡Sííí! ¡Loco! ¡Me matás! - Virginia se ocupó de hacerla callar al besarla. Claudia me abrió los glúteos para chuparme el culo. ¡Todo hermoso!
-¡Si nenas! ¡Así es buenísimo!
-¡Ay Dani! ¡Loco! ¡No me muerdas tanto!
-¡Son tan lindos tus rollitos! ¡Me gustan tanto! – Se la saqué. – Esperá, no te muevas.
Me agaché a lamerle las axilas, las tetas, los globos, chupar toda la transpiración de su cuerpo. Fui a su entrepierna, lamí el sudor de sus jamones, chupé los jugos y fluidos. La di vuelta, boca abajo. Le metí la lengua en el ano. ¡Qué sabrosa es esta mina!
-¡Ayaay Dani! ¡Ay! ¡Me vieeeeneeee! – Se mandó tremenda acabada. Chupe todo lo que pude. Menos mal que me había tomado un antiácido.
-Ponete en cuatro, nena, te la doy por el culo. - Se lo dije, ...
... por la duda que no quisiera.
-Si, dale, dale. Me gusta mucho. - Se ubicó inmediatamente y me enanqué mientras se la metía. Tampoco hubo necesidad de lubricante. Lo tenía suficientemente mojado por sus propios jugos, además del uso continuo. Se la saqué y lo chupé hasta el fondo. Le metí la lengua.
-¡Papito! ¡Qué lindo lo hacés! - Volví a metérsela. Comenzamos a bombear. Ella acompañando con las caderas. Virginia se acomodó para que Betty se la chupara. Claudia se introdujo atrás mío llegando a la concha de Betty. Chupaba con toda energía.
-¡Ay nena! ¡Qué lindo chupás! ¡Acaboooo! - Ahora fue Claudia quien se bebió los jugos de Betty. Ella seguía chupándosela a Virginia.
-¡Betty! ¡Mi amor! ¡Qué rico! - Se estremeció y derramó su orgasmo en la boca de su amante “urbana”.
Ahora todas están contentas, pero la nena no había acabado desde antes de llegar Betty. La hice parar, al costado de Betty, hacia mi boca. La tomé de la cintura, la empujé contra mí y le metí la lengua hasta el fondo. Fue el momento.
-¡Papito! ¡Me corro! - ¡Y me llenó la boca! ¡Todo hermoso!
-Ahora si, mi amor. Me la podés mamar. – Se dio vuelta. La sonrisa de Betty iba de oreja a oreja.