LA VIRGINAL HISTORIA DE VIRGINIA 2 - Relatos Eróticos

LA VIRGINAL HISTORIA DE VIRGINIA 2

... ¿Sabrá de que se trata?
-¿Cómo estás tesorito? – Le acaricié la mejilla. – Te gustan las lecciones de matemáticas y física?
-¡Mucho! ¡Muchísimo!
-¿Sabés que vamos a hacer hoy?
-¡Lo que usted quiera profesor! ¡Todo con usted me gusta!
-Te voy a poner cositas en la conchita, para luego meterte la pija, para que gocés como toda mujer. 
-¿Eso que tiene allí, tan duro, es la pija? Mis compañeras me dijeron que cuando los chicos tienen ganas de meterla en la conchita se pone muy dura…
-Si mi amor. Es eso.
-¿Si? ¿Me la muestra? – No hizo falta que me bajara el pantalón. Por una de las amplias piernas la saqué.
-¡Uy! ¡Qué grande! ¿Todo eso me va a meter en la conchita?
-Sí vos querés…
-Si, quiero, quiero mucho. – Karina sonreía mientras me la acarició con timidez. 
-¿No querés probar primero en la boquita? Creo que ahora que la tenés grandecita te va a entrar toda. ¿La que te hicieron chupar cuando eras chica tenía este tamaño?
-No, la verdad no me acuerdo, era muy chiquita, apenas si pude tener la cabeza entre los labios. Eso, lo rosado de la punta. 
-¿Ahora te la podría poner toda en la boca?
-Si, claro, dele… Déjeme que la pruebe. - Karina se inclinó, y muy suavemente comenzó a besármela, y dar lamidas a lo largo, hasta los huevos. Parecía saber más de lo que aparentaba. - ¡Uuuuummmm! Si entra, si…
Al fin la tuvo casi toda adentro. 
-Está bien. ¿Te gusta así? 
-Uummm…, si, si, es ricaaaa…
-Bueno mi amorcito, luego la vas a sentir en la conchita… ¿Dónde ...

... aprendiste a hacerlo tan rico?
-En la escuela hay varias chicas que tienen videos en el celu. Muy divertido. En los recreos vamos al baño a verlos. – Se la metió en la boca y comenzó a subir y bajar sus dulces labios, como si le estuviera cogiendo la boca. Lo hacía ella sola. – Las chicas que ya lo habían hecho me explicaron cómo se hacía cuando estaba dentro de la boca. 
Su lengüita recorría todo el tronco, deteniéndose en el orificio de la uretra. ¡La mamada es espectacular, de profesional! ¡Qué nena tan “inocente”! 
Mientras le subía la falda y metía mis dedos entre sus glúteos, ella se la sacaba de la boca y lamía hasta el escroto. ¡No dejaba nada sin acariciar con la lengua! Llegué a la conchita y le metí un par de dedos, haciendo círculos en su interior. 
Por suerte paró con la mamada…, pues sino acababa ahí mismo…, y me habló.
-Es muy rico chupársela, profesor. Me gusta mucho más que cuando era chiquita. ¿Me mete la pija en la conchita, profe, por favor?
-Si amorcito, pero de a poquito. Ya vas a ver. Esperá un minuto. - Fui por el dildo más pequeño, el que usé al principio con Ofelia. Por supuesto, bien con la pija al aire. Cuando volví, con la pija bamboleando, Karina no dejo un segundo de mirarla.
-No sé si me va a entrar. Me parece que no la tengo tan grande.
-No te preocupés mi amor. La conchita se dilata bien. Ya verás. Te subo a la mesita. – Saqué todo lo que había sobre la mesa – “inútiles” libros y apuntes -, y la senté a ella. Le retiré la bombachita, de otro ...