LA CRUEL Y DESPIADADA TÍA ÚRSULA. - Relatos Eróticos

LA CRUEL Y DESPIADADA TÍA ÚRSULA.

... he prometido que vas a recibir.  – La tía debía marcharse a atender a mi madre, no sin antes terminar los últimos 10 latigazos. Levantó de nuevo su mano enguantada agarrando el látigo por el mango y lo descargó en mi culo con más fuerza que antes y sin pausas.

ZAAAAAAAAAASSSSSS   ZAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSS   ZAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSS   ZAAAAAAAAAAAAASSSSSS


Ahora si sentí el verdadero dolor. Su látigo dragón quemaba mi piel provocándome un dolor intenso. Terminaron resbalando unas lágrimas por mis ojos por el dolor. 

-	Te lo advertí, lloraras desconsoladamente. Esto no es nada con lo que te espera. Cuando termine de ayudar a tu madre regresaré y los 50 latigazos que restan serán muy severos. Te azotaré con mucha fuerza hasta dejarte sin lágrimas, así aprenderás a obedecerme. – Mi tía me indicó lo que ocurriría a su regreso. Se quitó sus guantes de goma y los metió en el bolsillo de su delantal. Se dirigió hacia la puerta y se marchó.


Me dejo inmovilizado bocabajo en la cama sin poder moverme hasta su regreso. Permanecía quieto y completamente en silencio, su mordaza no me dejaba articular sonido alguno proveniente de mi boca. Me sentía humillado con sus bragas en la boca, la media marrón que apretaba mi rostro y el culo dolorido. La espera se hizo eterna. Mi tía debía preparar la cena, subirla hasta la habitación de mi madre, ayudarla a comer y asegurarse se tomara sus pastillas para iniciar el descanso de la noche.

Dos horas después regresó mi tía. Me encontró ...

... tal como me había dejado, no tenía opción de escape. Cerró la puerta y comenzó de nuevo a enfundarse sus guantes de goma gruesos de uso doméstico sobre sus manos y brazos .La quedaban terriblemente apretados debido a sus voluptuosos brazos. Agarró de nuevo su el mango de su látigo rugoso entre sus manos enguantadas y se acercó hasta la cama donde me encontraba inerte. 

-	Ahora no tenemos prisa. Te voy a azotar como te mereces. Nunca antes nadie me había tratado como tú, voy a ser realmente dura contigo para que aprendas la lección. – La tía Úrsula levanto su látigo y lo descargó de nuevo en mi culo con una fuerza muy superior a lo acontecido anteriormente. 

Su azotaina se convirtió en una verdadera pesadilla. Azotaba con mucha fuerza sobre mi culo dejándolo completamente dolorido y magullado. Cada azote era una lágrima que resbalaba sobre mi mejilla. Deseaba que todo pasara rápido pero el tiempo pasaba lentamente. Mi tía no tenía prisa alguna, me azotaba con fuerza y reprimía mi comportamiento o me daba instrucciones que debía seguir a partir de ahora. Entre cada azote pasaba un tiempo lleno de sus reprimendas. Volvía a levantar el brazo y: 

ZAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

-	Me obedecerás en todo sin rechistar. Si te ordeno que hagas algo lo harás de inmediato. Si desobedeces…. Volveré a azotarte con dragón, el castigo se duplicará, no serán 100, serán 200. Si sigues desobedeciendo continuará aumentando. ¿Crees que no seré ...