LA DESPIADA Y CRUEL TÍA ÚRSULA. CAPITULO 3 - Relatos Eróticos

LA DESPIADA Y CRUEL TÍA ÚRSULA. CAPITULO 3

... permitiese  masturbarme. Me daba mucha vergüenza solicitárselo  pero mis huevos ya no podían más, no podía casi andar del dolor. Me acerque a ella y la solicité me quitase la jaula unos minutos. Mi tía se negó.

-	Te lo advertí en esta casa no vas a masturbarte – Me recordó sus palabras.  No me di por vencido. Suplique que me  permitiese hacerlo ya que no aguantaba más. La tía Úrsula tras mi insistencia empezó a enfurecerse. 

-	¡¡ Te he dicho que no ¡¡… eres más imbécil de lo que pensaba . Voy a explicártelo de otra forma -  La tía Úrsula me bajo los pantalones y sacó la llave desprendiéndome de la jaula que rodeaba mi pene. Pensé se había apiadado de mí y me dejaría masturbarme.  Me ordeno sentarme en el suelo y reclinar mi cabeza hacia atrás sobre el asiento de una silla. Era extraño lo que me solicitaba pero obedecí. No era momento de desobedecer tras los últimos castigos tan duros que había recibido. Coloqué mi cabeza en la silla hacia atrás mientras permanecía en el suelo. Mi tía se acercó a mí, levantó su delantal y se sentó en la silla sobre mi cara. Noté como una gran cantidad de kilos aplastaban mi cara. Os puedo asegurar que mi tía tenía un culo muy grande y obeso debido a su voluptuosidad. Su culo me impedía respirar colocado sobre mi nariz y boca. Rápidamente empecé  a moverme y apartar su culo de mi cara para poder respirar. La tía Úrsula se enfadó. Se levantó sobre mi cara y comenzó a atarme las manos a la espalda con la tela que sujetaba su delantal. Ató ...

... mis manos fuertemente a mi espalda.

Ahora no podía mover las manos y fue cuando mi tía volvió a descargar su enorme culo en mi cara aplastándola al asiento de la silla. Aplastó mi nariz y boca entre sus bragas que cubrían su culo. No tenía manos para defenderme y apartar su trasero. Buscaba un poco de aire, pero no podía mover la cara aprisionado sobre ella. Apoyó su bota marrón sobre mis testículos y apretó. El dolor fue descomunal. AHHHHHMMMMMM  mis gritos quedaron ahogados entre su culo. Comenzó a patear con su bota mis huevos que estaban terriblemente doloridos e inflamados. AHHHHHHMMM     gritaba bajo su trasero amortiguando mis gritos. Necesitaba aire urgentemente notaba como me asfixiaba. Se apiadó de mí y se levantó ligeramente de la silla.

-	¡¡ Esto es lo que  vas a encontrar cada vez que solicites masturbarte ¡¡ . Dejó caer de nuevo su culo sobre mi cara y continuó quitándome el aire mientras pateaba mis huevos con sus botas. Aprendí la lección por completo. No volvería a solicitarla poder masturbarme. Mi castidad iba a ser larga y duradera en aquella casa. Volvió a colocar la jaula sobre mi pene cerrando el candado con llave y se marchó, dejándome allí dolorido al ser pateado por sus botas. 



Regresaré unos días Atrás tal como os indiqué antes de ser pateado. Días atrás sus castigos se fueron incrementando de dureza. Desde el día que me pillo en el baño masturbándome olfateando sus bragas se dio cuenta que disfrutaba de sus castigos. Ella no deseaba que ...