1. LAS TRES GRACIAS 2


    Fecha: 13/12/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... contra mis labios! ¡Dios! ¡Su monte de venus es el Olimpo, donde se instalan los dioses! Bajé con mis labios una pulgada. ¡Llegué a SUS labios! Seguí bajando muy despacito. Mi lengua recorrió los labios externos, hasta el perineo…, y retorné al comienzo. En el momento que introduje la lengua… ¡encontré el clítoris! ¡El granito estaba fuera! ¡Angelita se estremeció!
    -¡Ay, ay! ¡Papi! ¡Me hago! – Se le aflojaron las piernas.
    -¡Siiii! ¡Llename la boca mi amor! – Apreté bien fuerte la cola contra mi cara. Conseguí ubicar mi boca lo suficientemente bien para gozar de la mayoría de sus jugos. ¡Si no la tenía de las caderas se caía! Chupé hasta el final. Sentí sus manos tomándose de mi cabeza. La tomé suavemente y la acosté, totalmente desnuda… ¡una visión del paraíso! – Relajate, tesoro. Quedate quietita…
    	Fui a sus pies. Los acaricié, los beses, los lamí…
    -¡Papito! ¡Me dan cosquillas! – Ángela trató de recoger las piernas.
    -Tranqui, mi amor. ¡Me gustás tanto! – Fui subiendo con mis besos desde los tobillos hasta los muslos. Le abrí las piernas y me lancé a su conchita. ¡Aaahhh! ¡La gloria! ¡Ahora sí! ¡Toda para mí! No necesito tomarla de ningún lado. Ella, sin indicación alguna, levantaba las caderas, al tiempo que tomaba mi cabeza. ¡Yo estaba totalmente al palo, con un terrible deseo de clavarla! 
    Estiré la mano hasta el gel lubricante. Sin dejar de besar, saboreando sus torrentes de fluidos, distribuí sobre sus labios todo lo que pude, introduciendo los dedos, arriba, ...
    ... abajo, en el glande, en el tronco… ¡No sé todo lo que podré entrar! La nena había orgasmado varias veces. Su conchita está lo suficientemente húmeda, para una entrada sin dificultad…, más el gel…, todo será de mil.
    -Ahora vamos, tesoro. – Me arrodillé entre sus piernitas, golosamente regordetas, para mordisquear todo. La nena sonreía. Una miraba como el más dulce caramelo. Me tomé la pija con una mano y la acaricié con ella; el clítoris, los labios externos e internos, el monte de venus, el perineo… Levantó las piernas y llegué al ano. Volví a acomodarla para la penetración vaginal. Ángela suspiraba y respiraba agitada. ¡Se viene lo que tanto esperó y deseó!
    	Apoyé el glande en la entrada de la vulva, avancé un poquito, solamente para abrirle los labios. La nena miraba anhelante. Presioné otro poquito. Todo muy bien. Sabía que no le podía molestar sentir ese “intruso” en su conchita. ¡Lo está esperando!
    -¿Bien tesoro? ¿Te molesta?
    -No, papito, para nada… Seguí, seguí… - ¡Realmente ansiosa! ¡Al fin se convertiría en mujer!
    	¡Y seguí! Poquito a poco el glande fue entrando. La dilatación era perfecta, nada lo impedía. Suavemente acariciaba el vientre, el ombliguito, los pezones… Fui con una mano al clítoris, pequeñito, duro y descapullado. Ya estaba el glande totalmente dentro. Sobre la mesita de luz, junto al lubricante, había un espejito, redondo, esos de maquillaje, con aumento. 
    -Mi amor… ¿querés ver cómo te la estoy metiendo?
    -¡Si! ¡Dale! – Tomé el espejo, lo puse de cara ...
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