1. EMPRESA DE FESTEJO


    Fecha: 27/12/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... de toda tu piel! – Seguí besando y lamiendo toda la piel que quedaba descubierta. Estaba en el ombligo, el vientre… Había llegado al monte de venus. ¡Ahora sí veía los voluptuosos labios externos, gorditos, rozados y húmedos! La hice girar y recorrí su cintura, sus glúteos. ¡Maravillosos y perfectos globos!  La incliné sobre la cama y los separé. Fui con la lengua al ano. ¡Lo pude penetrar! Leve pero seguro. ¡Metérsela no traerá dificultades!
    -¡Ay Dios, diosito! ¡Me matás loco! – Se apoyó en la cama. - ¡Por favor! ¡Me desmayo de placer! 
    	La hice sentar en el borde de la cama. Le levanté las piernas, bellamente torneadas, gravosamente perfectas para tenerlas de collar…
    	Tomé uno de sus pies, acaricié y besé, dedito por dedito…
    -¡Ay no maldito! ¡Me dan cosquillas! – Se retorcía tratando de zafarse. - No seas malo…
    Subí a su pantorrilla, mejor dicho, bajé, pues tenía las piernas de Ana levantadas… La acaricié y besé. Cambié de pierna y seguí hacia rodillas y muslos. Ya no protestaba. Estaba acostada, con las piernas levantadas por mí. Ana Laura tiene los ojos cerrados y labios entreabiertos. Cuando llegué a su conchita la besé.
    -¡Dani, por favor! ¡Dejame que te desnude! – Levantó la cabeza y me miró a los ojos. La tomé de las manos y la levanté. Se paró y me besó. - ¡Ahora sos todo mío!
    Me acarició ...
    ... las mejillas, me besó los lóbulos…, y sus dedos desprendían los botones de la camisa. La retiró de la cintura del pantalón y dejó mi torso descubierto. Sus labios recorrieron mi piel, desde el pecho a la espalda…, de la espalda al pecho. ¡Remedaba lo que yo le hice anteriormente! Sonreía mientras besaba mis pezones. ¡Llevó sus manos al cinturón! Lo desprendió y retiró del pantalón. Lo revoleó por allí. ¡Parecían pasos de ballet! ¡Si! Siguiendo la bossa que había puesto de “fondo”, Ana Laura bailaba a mi alrededor… Así fue como desprendió el pantalón, bajó la cremallera…, y lo bajó tomándolo de la cintura, junto al bóxer. ¡Tengo que admitir que su “estilo” es mucho más sofisticado que el mío!
    Los pantalones caídos en los tobillos arruinaron la “estética” del momento. Ana Laura no se hizo problemas. Se agachó y retiró los mocasines de mis pies. “Estéticamente” tirados por ahí… Levanté las piernas y también desaparecieron pantalón y bóxer…
    -¡Ahora estamos a mano! – Ana Laura se puso en punta de pies – tan descalza como yo -, y me besó suavemente los labios. Desde allí bajó por el cuello, el pecho, el ombligo y el vientre. Sus manos acariciaban mis genitales, enredando sus dedos en mi vello púbico. Me empujó hacia el borde de la cama, donde me senté. Se acuclilló entre mis piernas. 
    -¡Sabrás lo que es bueno! 
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