1. FAMILIA QUERENDONA


    Fecha: 20/01/2024, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... atraen las nenas!
    -¡Yo quiero! ¡Yo quiero, dámela a mí! ¡En el culito, si dale Dani! - Candela está ansiosa. 
    Yo también, tenía los huevos duros y doloridos. Quería cogérmela, pero en soledad, todo para ella, y ella todo para mí, sin distracciones laterales.
    -Ponete boca arriba. - Me coloqué entre sus piernas y le alcé las piernas sobre mis hombros. La carita de felicidad de la nena es un poema. 
    Le abrí las piernas y las bajé hacia el colchón. Me arrodillé y agaché hacia su entrepierna. Le di unos besitos y volví a sus piecitos. Chupé cada dedito. Candela se estremecía y reía.
    -¡Ay Dani! ¡Me hacés cosquillas! – Trataba de recoger las piernas. Fui hacia los tobillos, las pantorrillas, el peroné, bajo las rodillas, donde flexiona, besé cada centímetro de piel, besé, lamí, chupé.  
    -¡Ay! ¡Ay! ¡Dani, que lindo! - Casi reía a carcajadas. 
    Al besar sus muslos, Candela nuevamente se estremeció, tenía los ojos en blanco, mordiéndose el labio inferior. Yo trataba, a pesar del placer que sus piernas me ofrecían, verle el rostro. Me había olvidado de Ana y Sandro. Ellos no estaban solamente de espectadores. La mamá se había puesto en cuatro, y el hijo la tenía enterrada en el culo, justo a nuestro lado. 
    Yo seguí disfrutando de la nena. Estaba en su ingle. Lamí hacia ambos lados de los labios mayores… ¡Dios, que belleza! Me imaginaba un crujiente pancito de hamburguesa. 
    Perfectamente depilada. Una mujer de una increíble belleza. Lamí superficialmente los labios mayores. ...
    ... Candela suspiró, agitada su respiración, leves gemidos. Seguía con los ojos cerrados y apretando el labio inferior.
    Busqué con la lengua horadar suavemente el portalón del paraíso… Suspiró más fuerte. Llegué al clítoris. Candela tembló y abrió los ojos. La miré y sonreí. Ella también lo hizo. Fui hacia abajo, recorriendo los labios internos, llegando al perineo y al ano. Ella se acomodaba ante todo movimiento mío, para facilitarme la llegada.
    -¡Si! ¡Si! ¡Qué ricoooo! ¡Dale, dale Dani!
    Volví hacia el clítoris, besé, lamí, chupá. ¡Es todo tan rico! Así estuve varios minutos. El clítoris duro y descapullado. Candela estiró sus brazos hasta mi cabeza, y me la incrustó contra sí. ¡Orgasmo espectacular! Absolutamente exquisito, entre vainilla y frutilla. ¡Sabrosa imaginación! 
    -¡Ay Dani! ¡No, no, nooo… puedo contenerme! - Levante nuevamente sus piernas, se la llevé hasta las tetas.
    -Tomalas… - Las agarró bajo las rodillas. 
    Con la mano guie el glande hacia la vulva. Totalmente húmeda, fue fácil, entró la cabeza. No quería desperdiciar la ocasión. La fui introduciendo despacito. Ella… con ojos en blanco y boca entreabierta. Despacito, despacito, fui bajando sobre ella, apoyado en los brazos. Sin llegar al fondo, la saqué y volví hacia dentro. Afuera, adentro…, y un poquito más…, más… Cuando llegué al fondo, con mi ingle en contacto con la nena, me arrodillé, para no tener necesidad de sostenerme con los brazos, y la tomé de las caderas para que siguiéramos “pegados”. Candela ...
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