VECINAS COMPLACIENTES - Relatos Eróticos

VECINAS COMPLACIENTES

... le dirás a Soledad?
-Que dormimos juntos… ¿Por qué le voy a mentir?
-Me parece bien. Si se enoja decile que me hable. – La actitud de Sofi me pareció genial. Sincera y honesta con su amiga. -  No hay porque mentir… 
-Sin dudas, de cualquier manera, ella sabe que no es segundona. ¡Vos la podés tener toda una noche en tu casa!
-Si, por supuesto. Espero que pueda pronto…
-Le daré todas las posibilidades que pueda. Algo inventaremos.
Llegué al estacionamiento, fui a la obra y ella a la oficina. Pasó unos minutos y me llamo Sole.
-¿Así que durmieron juntos, picarones?
-Sí, claro. ¿Te dijo Sofi por qué?
-Sí, las “necesidades” de la vecina. ¿Le vas a hacer el favor?
-Veremos…, tengo que hablarle y saber que piensa la hija.
-Estoy segura que la nena debe estar desesperada por tenerte adentro… ¡jajaja! – Por suerte Sole se había tomado muy bien el que cogiera a su amiga, sin que ella lo supiera. - Bueno…, espero verte… yo también…
-Sí, tesoro. En pocos días estaremos bien juntos… - Es lo lógico…, la llevaría a casa.
	En algún momento, antes del mediodía, fui a la oficina de las chicas. Hoy por hoy, Sofía quedaría de lado… ¡Ya tuvo bastante! No hubo necesidad de seña alguna. Soledad inmediatamente se dirigió al baño, yo atrás. Estaban los empleados, pero a nadie le importó nada. Ellos también se las comían…, mucho más que yo. Ya me lo habían confirmado. La rutina de siempre. La mamada por su parte, las lamidas por la mía. Como siempre, hasta lograr el orgasmo de la nena. ...

... Luego, mi pija en su concha, a horcajadas, sentado sobre el inodoro, hasta un nuevo orgasmo. Sole se pone apoyada en el lavatorio, y mi pija se instala cómodamente en el culo. Si ella lo quiere, le acabo allí, sino, donde lo elija. La higienización, la prolija vestimenta, peinado y/o maquillaje. ¡Y sale erguida y contenta, levantando el pulgar a su amiga y compañera!
-¡Con razón estuvieron como media hora! Lo disfrutaste ¿no? – Sofía está contenta. Sabe que la amiguita tuvo un buen anticipo, antes de venir a “dormir” conmigo. 

	Regresé a casa. A eso de las 8 de la noche, llamé a Aprilia. 
-Ah sí, Ingeniero Dani…
-Sí, señora. Me dijo Sofía que usted quería hablar conmigo. 
-Sí, sí. Le habrá dicho por qué…
-Sí, me lo aclaró.
-Y usted está de acuerdo…
-Sí, pero siempre que la nena esté totalmente de acuerdo, sin dudas sin temores. Solamente así.
-Sí, sí, sin duda…
-Pero quiero hablarlo con ella, personalmente.
-Si ingeniero. Tiene razón. Venga cuando quiera, me avisa y lo esperamos.
-Bueno, mañana a esta hora estoy por allí. 
A la media hora llamé a Sofi. Supuse que Aprilia habría llamado en el ínterin.
-Si Dani. Aprilia me dijo que mañana vas a ir, y querés hablar con la nena.
-Claro. No haré nada si no está totalmente de acuerdo.
-Me parece bien. Hablá con ella nomás. – Sofi cerró la comunicación. 

	Tal como les dije, al día siguiente fui a lo de Aprilia, la vecina de Sofía. Fui caminado. Aprilia, tal como la mayoría de las mujeres del pueblo, muy bien y ...