VECINAS COMPLACIENTES 2 - Relatos Eróticos

VECINAS COMPLACIENTES 2

Hablé con Sofía. Quiero tenerla siempre al tanto. Se lo merece. Además de las mutuas referencias a lo bien que la pasaría, Sofi tuvo una propuesta ineludible…
-Cuando terminés…, o acabés…, como mejor te parezca, no dejés de venir, por favor. Mami te espera con muchas ganas. ¡No seas egoísta!
-¿Y vos?
-Yo también te espero ansiosa… - Su vos y su tono la hacía ineludible. 
Dos días más tarde arreglé como para tener la noche libre, y así se lo transmití a Aprilia.
-¡Si! ¡Lo esperamos ingeniero! - ¿Ella también me espera? ¿Su formal manera de tratarme es para disimular? Es una mujer inteligente. Sabe muy bien que no evitaré cogérmela. 
Ese anochecer, luego de llegar de la obra, me apresté de toda forma, más allá del baño y ropa cómoda, y fácil de sacar, con dos pastillitas y el frasquito, por las dudas que la cosa se prolongara, que es lo más seguro que pasaría, para mi placer.
Le comenté a Sofía ese dato. Si se prolonga durante la noche, iría a su casa la noche siguiente.
-No, sonso, esa noche es viernes… ¿o no sabés los días en que vivís? El sábado te podés quedar todo el día con nosotras.
-¿Todo el día? Soledad se va a enojar, le prometí estar con ella.
-Bien, bien… ¿Tenés algún problema que Sole sea parte de nuestra fiestita?
-¿Sole? ¿Y tu mamá?
-¡Jajaja! Mamá, Sole y yo. ¿Qué tal? ¿Somos demasiadas para vos? 
-¡Me van a matar! 
-¡Te cuidaremos bien, muy bien!  
	De pronto me di cuenta. ¡Menos mal!
-¡No, no! ¡Soledad no! Le prometeré estar el sábado a la ...

... noche para ella, solamente para ella. ¡Quiero qué la disfrute sola! ¡Se lo merece! ¡Nunca se opuso a lo tuyo! ¡Se la bancó!
-¿Y con nosotras cuándo estarás?
-El sábado a la mañana…
-¡Es poquito! – Sofía protestaba por “costumbre”. Sabe que es la manera de conseguir algo.
-No Sofi. Lo hacemos así. ¿De acuerdo?
-Está bien. Como digás…

	Hablé con Aprilia y le dije que iba para allá. Fui caminado, me quedara toda la noche o no. Mejor sin camioneta en la puerta.
	Aprilia estaba tan hermosa como la vez anterior. Un vestido parecido, también de tirantes, que permite el lucimiento de un cuello adorable, tela muy suave y adherida al cuerpo, lo suficientemente cortito para lucir maravillosos y mordisqueables muslos, de un rojo furioso, que manifestaba sin disimulo lo portentoso de sus tetas, con pezones como lanzas para clavarse en el pecho.
La nena casi igual, con la cortita calza azul, que valoraba el culito y la entrepierna, más un mínimo top apenitas tapando la areola…, luciendo hermoso y tentador vientre y ombligo.

	Yo lamenté no haber venido con el pantaloncito de futbol… ¡jajaja!
-Hola Dani, es un placer tenerlo entre nosotras. – De entrada, nomás pluralizó el recibimiento. 
-¡Si Dani! ¡Qué lindo que viniste! – Se colgó de mi cuello, me abrazó con las piernas y me besó en la boca. ¡La nena iba directo al grano!
-¡Celina! ¡No apurés al ingeniero! – La mami sólo lo decí por convención. – Señor Dani, le puedo servir un whisky, un café, lo que quiera… 
-¡Mami! ¿No ...