ME SIGUEN COMPLACIENDO - Relatos Eróticos

ME SIGUEN COMPLACIENDO

... un día en que ambos estaríamos en casa… ¡Y la nena estaba encantadísima! Toda la mañana estuvimos cogiendo los tres…, bueno…, ellas dos en lo suyo, cosa de mujeres ¿no? como lo hacés con Sofi cuando estamos los tres…
-¡En la Blanqueada! ¡Pero nuca lo hicimos en esta cama!
-Antes de que me vaya lo haremos, te lo prometo…
-¡No te olvidés! – Sole no dejaba de acariciarme y besarme. Yo hacía lo mismo. ¡Es tan suave su piel! - ¿Y luego? 
-¿Luego qué?
-Luego de esa primera vez… ¿lo volvieron hacer?
-Varias veces…, bueno…, muchas veces, hasta que la chica consiguió un trabajo cama adentro, toda la semana, con muy buena paga. Nos preguntó, por supuesto, y nosotros la alentamos a que fuera. Iba a estar mucho mejor y ganando mucho más. Bueno, luego que se fue, le fue muy bien. Incluso vino varias veces…, a recordar viejos tiempos…, hasta que nos confesó que el doctor, el marido de la mujer de la casa, le dijo que quería cogerla, y que le pagaría un “extra” por eso. Ella aceptó…, y estaba muy contenta…
Después la vimos algunas veces más, hasta que tuvo novio y se casó. Todo bien. Nos seguimos viendo muy de vez en cuando, y ella siempre estuvo agradecida por nuestro gesto y apoyo. Es más…, en varias oportunidades, ya casada, arregló conmigo para ir al telo para recuperar los viejos tiempos… ¡Jajaja! Pero no fue infidelidad…, solo recuerdos…
-¡Jajaja! ¡Sos un ladri! ¡Jajaja! – Sole seguía divertida. Ya no quedaba chocolate, sólo flujo… - ¿Y luego de quedar viudo? ¿Tuviste alguna ...

... pareja? 
-Algunas pocas veces, poco tiempo. Todo lo demás fue circunstancial, hasta que vine a este pueblo y las conocí a ustedes.
-Si…, seguro… - Lo dijo irónicamente…
-Seguro… - Yo también fui irónico. – Averigualo. Acá se sabe todo. Averiguá cuantas veces cogí con alguna de las otras mujeres, y cuantas veces lo hice con ustedes. Lo sabrás.
Por supuesto, no le dije nada de Ofelia…

-Ponete en cuatro, tesoro. Te la quiero dar por la conchita…
-Pero acabame en la boca. ¡Quiero tragar la lechita!
-Si, amorcito, pero me gusta sentir la pija dentro tuyo, y hacer el mete y saca, mientras vos movés las caderas…
-A mí también me gusta mucho, pero prefiero tragarme la lechita. En estos momentos tengo ganas de eso. ¡Me gusta tanto!
Se colocó en el borde de la cama. Me quedé parado. No la enanqué porque quería meterle los dedos en el culo, uno de mis vicios. Mientras bombeaba la concha, lubricaba el culo con saliva, aunque mucha falta no hacía, dado que un rato antes se lo había abierto. La tomé de los glúteos y le metí los dos pulgares. Tenía las uñas bien cortas, para no lastimar. Los moví lo más adentro posible. Soledad gemía de placer y me llenaba con sus amorosos elogios.
-¡Callate charlatana! – Le dije riendo mientras le daba varios chirlitos.
-¡Ay papito! ¡Es tan rico coger con vos que me muero de placer! – Movía caderas y culo hacia todos lados. Tengo que esmerarme para que no se escape pija ni dedos. Ella no deja de reír. A Sole le encanta todos estos juegos. ¡La ...