1. VAMOS AL CAMPITO


    Fecha: 12/02/2024, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... insistencia, pues yo “ya lo había hecho…”, aunque no era cierto…, pero no quería hacerle trabajar en mi atención. En realidad, había personal para todo, incluso en la cocina. Al fin salimos. Así anduvimos como casi cinco horas. La señora, siempre muy amable, parecía muy lejos de lo que me había adelantado Edgardo…, pero, por las dudas…, no quebrar la relación profesional, sería lo mejor. 
    
    Al retornar intente despedirme. 
    -¡No! ¡Cómo se va a ir! Hice preparar el almuerzo para nosotros…. solamente, pues mi esposo me avisó que no regresaba hasta la noche. Así que no me deje almorzar sola. No pasará nada si retorna más tarde, ¿verdad?
    	Allí comenzó el tire y afloja. ¡Que me voy! ¡Qué tiene que quedarse! ¡Qué sí, qué no! No la quiero hacer larga. Yo no queriendo ser ordinario, ni rechazar gratuitamente todo lo que me ofrecía. ¡Ya no sabía que inventar para no quedarme! Para colmo, no quería quedarme ante semejante tentación. ¿Si meto la pata? ¿Y si le digo algo que puede resultar acoso? ¿Y si arma un escándalo?
    	Pero… no… Demasiado amable… ¿Será así? ¿O para hacerme caer? No sé si fue mejor o no, que Edgardo me haya “informado” sobre las acciones de la señora. Ahora no sé qué hacer.
    	Hortensia insistía. En ningún momento me dio la impresión de que estuviera fingiendo. Bueno, al fin almorcé… ¡Me voy! ¡NOOOO! “¡Se tiene que quedar una hora para estar fresco y poder viajar sin peligro!” “¡BLA, BLA, BLA…”
    	Y allí estaba yo…, ¡durmiendo la siesta en la habitación del hijo ...
    ... mayor! Luciendo un pintoresco pijama de verano, regalo de la señora a su marido…, que nunca quiso usarlo. Un pantaloncito elastizado y algo similar a guayabera de mangas cortas, de tela muy liviana…, probablemente lino. Lo insólito es que el estampado de la tela, es “discreto” y colorido como camisa hawaiana. No hay manera de rechazarla, así que luego de bañarme, me coloqué el toque carnavalesco… 
    	Cuando me levanté, por supuesto estaba mucho mejor, perfectamente “fresco”, tal como había dicho la señora. Fui a bañarme nuevamente, en el baño que la habitación tiene como propio, y volví a ponerme el pintoresco pijama, dado que mi ropa la habían tomado para lavar y planchar… ¡hasta eso!
    	 Salí hacia la sala de estar. La señora está en el sofá leyendo…
    -¡Ingeniero! ¡Qué placer! ¡No me diga que no está más descansado y fresco!
    -Si señora, sin duda. Su atención me abruma, no tengo manera de retribuir su gentileza…
    -Si…, si tiene manera de retribuirme… ¡Hágame compañía! ¡Siéntese a mi lado! – Ella también se había cambiado. Una liviana camiseta de tirantes, que dejaba totalmente a la vista cuello, hombros y escote…, algo absolutamente delirante… 
    ¿Cómo hago para resistirme? Una pollerita, casi de estudiante, que solamente cubría medio muslo…, y no trataba de simular nada… ¡Yo tenía que simular! ¡Sentí como mis deseos no podrían ser contenidos…!
    	Me senté a su lado…, no muy cerca, tratando que la carpa del pantaloncito, se pueda disimular.
    
    -Señora…
    -Hortensia, nada de “señora”, ...
«1234...9»