DESPEDIDA - Relatos Eróticos

DESPEDIDA

... culos, grandes, chicos, apretadas, elásticas, pero todas con ganas… ¡Hermosa despedida!
A mí no me iba a venir, pero igualmente estaba al palo. Luego de los orgasmos de Kari y Ricky, seguí bombeando y acariciando el clítoris, llenando de besos la espalda de la nena, caricias y lamidas. Karina gemía de placer y tenía un orgasmo tras otro. Hasta Ricky gemía de lo bien que se sentía con todos los jugos que la nena descargaba sobre su pelvis.
Luego de casi 20 minutos, nos desensartamos. Me puse boca arriba, he hice acostar a Karina de espaldas sobre mí, con la pija en el culo. Levantó las piernas y Ricky la ensartó. Yo seguí gozando de su culo. Luego de acabar, Ricky le puso la pija en la boca. ¡Les tomó el gusto a las cogidas! El chico no necesita más directivas.
Karina contenta y feliz. Se sentó en la cama y nos tenía parados frente a ella. Iba de una pija a la otra, suspirando y sonriendo. Su lengua es inagotable. Entre Ricky y yo filmamos todo. 

En eso retornan Lorena y Natalia, contentas y dispuestas.
-¡Está justo a punto! – Lorena la tiene de una de sus manos. - ¡El maravilloso culito de Nati está listo para que le metás todo el aparato…, ¡hasta el fondo…, hasta las tripas!
-¡Si! ¡Tengo muchas ganas! ¡Lore me lo dejó ultra limpito! - ¡La nena está exultante!
La técnica del enema no falla. Un buen plug y un buen dildo, además de tiernas caricias, abren bien todo culo. Tomé a Nati para ponerla en cuatro en el borde de la cama. No me iba a enancar pues le pesaría ...

... mucho, así que me quedé parado. Besé y lamí el culito, retiré el plug desde el brillante corazoncito, y metí la lengua, bien adentro. Unté con gel esfínter y pija. ¡Ahora si está lista!
Nuevamente a mi lado Lorena, Karina y Ricky. ¡No quieren perderse el espectáculo!
Despacito, muy despacito, mientras la llenaba de besos y caricias. Penetraba suavemente el glande. El esfínter se dilataba en la medida justa. Espero que el recto no sea demasiado apretado, porque si no me va a doler, no solamente a ella, sino también a mí. Ya me ha pasado con otras nenas. ¡Son preciosas…, pero tienen todo muy chiquito y apretado!
	Karina se acostó frente a Natalia, la acaricia y besa para mitigar el dolor o la molestia. Incorporo más gel junto con el glande, dentro del esfínter. Se desliza, con dificultad…, pero va…, despacito, pero siii…, ¡entra! La nena gime como para que el dolor no se note demasiado. Siento la pija tremendamente apretada. Ya tengo adentro el glande más algunos centímetros.
-¡Ay! ¡Ay Dios! ¡Ay duele! – Resolverlo de una vez, ¡si, de una vez!
Empujé hasta el fondo. El grito de Nati fue apagado por los labios de Karina sobre su boca. Pero se estremeció. Mordí, lamí y besé su espalda y me quedé quieto. Hasta los huevos tenía contra su culo. No sé si era algo sicológico o físico. Me vienen ganas de eyacular… ¡Sería fantástico!
Era eso. La tomé fuerte de la cintura y me sacudí, derramando chorros de esperma. 
-¡Ay! ¡Ay! Siento…, que tibia la lechita… ¡Siii! ¡Es lindo…! ¡No me ...