DESPEDIDA - Relatos Eróticos

DESPEDIDA

... duele más…! 
Respiraba agitada apretando las sábanas con las manitas. Gemía despacito con los ojos cerrados y la boca entreabierta. Daba la impresión de estar gozando como nunca, por lo menos algo que nunca había sentido, nuevo y único. Yo bombeaba despacito, con temor de hacerle daño. Me apretaba con el recto y el esfínter. Esperé a tenerla fláccida para sacarla. Estremecía su cuerpo en la medida que Lorena chupaba el semen que escurría el culito.
Me acosté a su lado. Luego la tomé de la cintura y la acosté sobre mí, abrazándola y besándola. Yo estaba tan feliz como ella. Algo de semen todavía escurría sobre mi pelvis. Karina se ocupó de lamer y chupar. Me dejó pelvis y pija absolutamente limpias. Es hermoso sentir a Nati sobre mí, con la pija entre sus muslos. Besé sus cabellos, mientras la nena besa mi pecho, las tetillas, los pezones. ¡Todo cariño y dulzura!

-¿Me dejás montarme, Dani?
Lorena no quería perder tiempo. 
-Bueno, dale. - Aparté a Nati para que Lorena tuviera lugar. Karina se acuclilló sobre mi cara. Nuevamente una de las mejores “operaciones conjuntas”: mientras se la clavaba a la mami, le chupaba la concha y el culo a su hija.
Así estábamos, un buen rato. 
En un momento, junto a mi cara, sobre las sábanas, estaba el rostro de Ricky.
-¿Sabés Dani? Te veo como culeás con las chicas, lo lindo que lo hacés y como les gusta. - Hablaba despacito, al oído. - ¿Me lo querés hacer a mí? Me gustaría mucho… 
Traté de mirarlo de soslayo.
-No te preocupés. ...

... Soy bisexual, no sería la primera vez. Karina lo sabe. A veces lo hacemos en la escuela, mientras yo se la doy a ella, algún chico amigo me la mete a mí. -  Yo quedé un poco confundido. - Dale… ¿sí?
-Esperá que las chicas tengan su orgasmo… - Algo tenía que decirle, a ver si se le pasa… 
-Bueno, espero… - Ricky se irguió.
Luego de algunos minutos, Karina se vino. Chupé todo lo posible, hasta el momento que Lorena tuvo el suyo. Kari se levantó y su mamá la reemplazó sobre mi boca. Se la chupé bien, como corresponde a concha y culo tan exquisito. 
Ricky esperaba…, culeando a la hermanita. No había perdido tiempo. Hacía rato que quería cogerse a la hermana.
-¿Me lo hacés ahora? Dale, tengo ganas. – Yo tenía el antecedente del hijo de Ana Laura, pero no me había entusiasmado para nada. 
Puso a la nena en cuatro y se la metió en la concha. La nena recibía a su hermano encantada. Ricky está de rodillas, tras ella, ofreciéndome el culo. 
Karina conocía el trámite, dado que rápidamente lubricó el hoyo de Ricky y mi pija. Lorena no sabía de las inclinaciones homosexuales de Ricky. Miraba un poco curiosa y un poco asombrada. No sabía que el chico que cogía a su hija, también la recibía con ganas.
No sé porque, pero cogerme a Ricky me dio ganas, no era como con Sandro. Ricky demostró ser muy dulce y cariñoso, tanto con su hermanita como con Karina, hasta con Lorena lo era. Valía la pena. 
Se la fui metiendo sin problemas. Como si fuera el culo de Karina. Llegamos al fondo, hasta ...