ESTUDIANTE Y PROFESORA - Relatos Eróticos

ESTUDIANTE Y PROFESORA

... defraudarla. La acabada anterior, para que Ofelia chupe, fue por fuera. Ahora será bien adentro. De todas maneras, Queta siguió cabalgando sin intervalos.

Pasaron varios minutos, no sé cuántos. Queta me tuvo bastante entretenido, cambiando permanentemente de culo a concha, a mamadas, chupadas de concha, a continuos orgasmos…
Al fin regresaron…
-Mira Dani. Ofelia me puso una cosita en la cola… - La nena se dio vuelta para mostrarme el plug. – Me lo abrió un poquito, para que vos puedas meterme la pija sin que me duela. Es lo que me dijo. 
-Si mi amor, me parece perfecto. ¡Verás que lindo! - En verdad, estaba recaliente, a pesar de la hermosa cogida con Queta, como siempre. Estoy recaliente con la nena. No me importa ninguna otra cosa que abrirle bien el culo. 
La acosté boca abajo y le puse la almohada, la acaricié toda, toda, como si tuviera diez manos. ¡Qué hermosa que es! Con las manos, con los labios, con la lengua. Le dejé el dildo para que mantuviera abierto el culito, pero lamí toda la zona, con conchita incluida. 
Ofelia le había puesto lubricante. Yo agregué más. Metí la mano en el canal entre los cachetes, acariciando el ano y refregando los dedos. El anito de Peggy no dejaba de palpitar, temblaba anhelante, esperando recibir carne viva. Levantaba el culo como una artista del porno.
-¡Papito! ¡Papito! ¡No hay nada que quiera más! ¡Metemela por favor! Ofelia me dijo que no va a doler.
-Para nada, mi amor. - Pase un dedo con suavidad alrededor del plug, como ...

... para probar la dilatación. La nena gemía despacito, pero no de dolor…, ni de placer, solamente como una forma de que yo sepa que está atenta y dispuesta.
Le chupé todo lo posible, junto con la caricia de los dedos. Ahora sí los gemidos eran de placer. Le chupaba el ano y la masturbaba, acariciando el clítoris. Peggy está totalmente entregada.
Volvió al orgasmo. Se acomodó de tal manera para que sus fluidos bañaran el ano. Se ubicó nuevamente con la almohada para levantar el culo lo más posible. Retiré despacito el plug y le metí inmediatamente tres dedos. Se estremeció con un gritito.
-¡Ya va nena! ¡Ya te la meto! - Me arrodillé entre sus piernas y el glande se acomodó justo en el ano, y al sacar los dedos inmediatamente empujé. La cabeza entró antes que ella reaccionara.
-Ya la tengo dentro amorcito. Tu culito ya recibe parte de la pija. Ahora voy hacia el fondo…
-Me duele un poquito… - Peggy gime despacito.
-Enseguida pasa tesoro. -  Empujé y un cuarto de pija ya estaba dentro. Gritó, pero no me pidió que se la sacara, aunque se estremeció.
Apretó las sábanas con sus manos, las estrujó, y apretó labios y ojos. Yo andaba por la mitad de la pija. El recto de Peggy está muy rígido y cerrado.
-Relájate mi amor. Todo lo que puedas… No quiero hacerte daño. Tenés un culito tan rico que es para ponerlo en un marco.
Peggy dejó de quejarse. Sentí como su cuerpo se relaja. La llené de besos en la espalda y cuello. Llegué hasta donde podía, dado que tenía media pija metida en ...