ESTUDIANTE Y PROFESORA - Relatos Eróticos

ESTUDIANTE Y PROFESORA

... el culo. Con mis manos acariciaba los glúteos. Ver a la pija metida más de la mitad en ese hermoso culo es para hervir. La nena gemía, pero ya no de dolor.
-Hay… sííí…, el dolor pasa…, me está gustando…
-Si amorcito, es así. – Peggy empezó a mover el culito para acomodar la pija dentro de su recto. 

No soltaba la sábana, seguía aferrada. De su boquita empiezan salir gemidos de placer. Volví a echarme gel lubricante en la pija y en su ano. No empujé más. Es posible que llegara al fin del recto. Es muy chiquita. No quiero hacerle daño. Se la dejé un minutito y la hice palpitar. 
-¡Si papito! ¡Así me gusta! ¡Pero me dan ganas de hacer caquita!
-No te hagás problema, ya pasará. Lo estás haciendo muy bien. Relájate y disfruta de sentir la pija dentro de tu culito.
-Si papi…, me gusta. Hacela temblar, ¡daleee!
-¿Viste tesoro? Te lo dije…, por el culito es muy rico. – Yo bombeaba despacito. Peggy está totalmente relajada. – Ahora, cada vez que cojas, vas a pedir que te la den por el culo.
-¿Voy a poder coger muchas veces?
-Todas las veces que quieras. Nadie se va a negar.
-¿Y ahora? ¿Me la podés meter en la conchita, como antes? 
-Sí, claro. - La puse en cuatro y se la di por la concha. Le llené de besos la espalda y el cuello.
-Me gusta mucho como me besas. ¡Es tan lindo!
-Mi amor…, en cualquier momento acabo…
-Siii…, yo también… - Peggy andaba por el cuarto o quinto orgasmo. Seguía creyendo que era pis.
-¿Dónde querés que te llene?
-¿Qué me vas a ...

... llenar?
-En la conchita o el culito… 
-¿Qué cosa?
-La lechita, como la que te di a tomar antes… ¿te acordás? Cuando estábamos con Ofelia.
-Sí, claro…
-Y luego te acabé en la pancita y Ofelia se la chupó toda.
-Sí, claro. Me gustó.
-¿Y entonces? ¿Dónde te acabo?
-En el culito… Prefiero probar allí primero. Me gustó mucho como me la metiste, mucho mucho…
-Bueno, dale, ahora va… - Lo hice a dúo. Un poquito en la conchita y un poco en el culo.
-Ahora aguantá… - Y la empujé con todo. Peggy gritó, pero el semen salió disparado a su recto.
En un instante sentí el chorreo de su orgasmo en los muslos. ¡Ella también está acabando!
-¿Te dolió, mi amor?
-No, no. Grité de placer. ¡Tan rico es sentir tu lechita calentita!
-¡Sos magnífica Peggy! ¡Es tan lindo coger con vos! - Gracias a las pildoritas yo seguía con la pija al palo. - Te muestro como te voy a coger luego. De varias formas. 
Y me puse boca arriba. Ofelia estaba preparada. Se la enterró en el culo hasta el fondo y empezó a cabalgar.
-¿Lo tengo que hacer así?
-Las veces que quieras. No hay obligación. – Ofelia le mostró lo mejor de la cabalgata. Se desensartó y se subió a mi cara. Quiere la clásica chupada. Yo también. Me gusta mucho el gustito de la concha de Ofelia. ¡Hace más de seis meses que la vengo disfrutando! No solamente coge hermosamente bien. También es tan abierta, que no solamente no le molesta que yo coja con otras, sino que le gusta ver y participar. ¡Es tan buena y comprensiva! 
Enriqueta fue presto a ...