ESTUDIANTE Y PROFESORA 2
Fecha: 01/05/2024,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... afroamericanas, con pícara sonrisa y pómulos perfectos, nariz modelada por el máximo escultor, ojos color vino tinto, como la camiseta venezolana, vivos y brillantes, que miran dentro, profundo, pestañas largas y cejas negras, con curvas perfectas. Melena en un negro intenso, no sé si natural o teñido, sedosa, suave, larga, más allá de la mitad de la espalda, un peinado con raya al medio, por lo menos en ese momento, y muy lacio, con suave ondulación en las puntas. Un cuerpo muy equilibrado, justo, justo, en el equilibrio de formas absolutas, caderas redondas y más anchas que los hombros, lo que garantiza muslos perfectos para mordisquear, besar y lamer, donde el chorreo de semen o flujo, atraen las lenguas…, una cintura a tono, para abrazar, unas tetas perfectas en la proporción correcta a caderas y cintura, en las cuales se adivinan dos pezones magníficos y, cuando se perciben, como ahora, areolas proporcionadas a los globos. Para colmo, lo que mi experiencia me permite suponer, algún rollito, que ella trata de disimular, formados exclusivamente para la lujuria. Sus tacones, en estos momentos, la llevaban a, más o menos, 1,80 m de altura. Todo cubierto por un sencillo vestido celeste de hombros descubiertos y discreto escote, con un adecuado largo, centímetro sobre las rodillas.
Luego de esta “sencilla” apreciación de la señora, no había otra que tratar de tenerla cerca. ¡Lo más difícil! Además, no tengo la menor idea cómo hacer para que las chicas “desaparezcan”. ¡Pero ...
... el sueño y la imaginación terminó pronto!
-Adiós ingeniero. Iré con las chicas hasta el dpto. de Queta, dado que ella tiene algunos apuntes que necesito para las tareas. Muy buen fin de semana y espero vernos el lunes…
¡Y se acabó lo que se daba! ¿Me está cargando o solamente se burla aumentándome la calentura? Así que el fin de semana fue “tranquilo”, sólo matizado por el hermoso sexo que alienta Ofelia permanentemente.
El lunes, de tarde, nueva reunión docente con las chicas, la profe y la preparación para los exámenes, en el dpto. de Queta…, y yo en casa…, cuando volví de la obra, sin participar en nada.
No demasiado. Fui para allá. Algo había que ligar.
¡Sorpresa! La discreta vestimenta del viernes pasado se había transformado totalmente. No es demasiado lo que podía ver, pero lo que está a la vista es suficiente. Valeria está sentada entre ambas “alumnas”, con una minúscula pollerita de jeans. Apenas cubre un par de centímetros de los muslos; la sombra de tanga o bombacha está a la vista. No podía ver como lucía por atrás, obvio, pero se me ocurre que “eso” no cubriría demasiado. ¡Zapatillas blancas y medias hasta la mitad de la pantorrilla!
Una suelta blusita de tres botones, flotando sobre el ombligo, de manera de lucir las opíparas tetas. ¡Una tentadora colegiala de cuarenta años! Lo más notable es que, a pesar de lo ridículo que resulta, está tan deseable, sobre todo por el hermoso rollito que se ve, para morder y lamer…
Sentí como, casi inmediatamente, la ...