ESTUDIANTE Y PROFESORA 2
Fecha: 01/05/2024,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... suspiros…, acompañaban mis caricias. Con el pulgar reconocí el clítoris descapullado y durito. La introducción en el culo la había entusiasmado. Quería más. Yo también. Pero quiero llenarle la concha de semen, de ser posible… Masajeaba el clítoris con el pulgar. ¡Es hermoso masturbarla! Bien apretadita contra mí. Tan cariñosa.
Así seguimos con mutuas caricias. Valeria se acomodó para recibir las mías. Mi mano, desde la concha pasó a su espalda. Pasé mi mano suavemente, ella suspiró, así que continué acariciando su cuerpo. A los pocos minutos, ambos compartíamos abrazos y caricias. Nuestras bocas se encontraron ardientes, no solo las lenguas, también los brazos. La increíble voluptuosidad de Valeria me hacía arder. No me alcanzan las manos para apretar sus carnes.
Su peluda concha es una atracción única. Fui hacia ella. Las caricias de Valeria fueron a mis cabellos. Suavemente me arrobaba con la humedad de sus labios… Mamar esa concha maravillosa es la gloria. Mordisquee el clítoris y ella me acariciaba con tanta dulzura…, refregando mi cara contra la concha.
Mi boca y mi lengua le hizo disfrutar un profundo orgasmo, vital y ardiente.
Entonces sí. Fui con la pija a la concha, tan mojada que entró como misil. Valeria gemía, chillaba, gritaba, me reventaba la espalda con sus apretones y sus uñas, sus piernas ...
... rodeándome me ahogaban, una verdadera guerra sexual, un placer absoluto.
Sin decirle nada, se la saqué y la acomodé en cuatro. Me acompañó con su cuerpo. La monté y se la volví a clavar, hasta las bolas, de una. Hermoso mete y saca, sin nada que me detuviera. ¡Otro orgasmo de ella y pude llenarle la concha de semen! ¡Al fin!
Nuevo relajo, ambos. Boca arriba y patas abiertas. Las manos, suavemente sobre las carnes del otro.
-Pasado mañana, el miércoles, vengo a darles clase y traigo a Patricia. - Valeria volvió a lo que quedó pendiente. Sin duda, su interés para que la nena me “pruebe”, es evidente.
-¡Siempre que ella quiera! No me gusta si es a contra voluntad…
-Si, por supuesto. Apenas le diré lo lindo que lo hacés, como me gustas, y lo cariñoso que sos con las nenas… ¡Jajaja!
-¿No le dice al padre?
- No, no, para nada. Al padre no le importa.
-¿La nena coge en la escuela?
-Con algunos…, los que les gusta. De los años superiores. Pero la hago cuidarse, que use condones…, y que no coja cuando hace más de una semana que tuvo la regla.
-¿Tiene la menstruación?
-Si…, pero no demasiado regular…, por eso quiero que tenga mucho cuidado…
-Ah…, a mí no me gusta usar condones, solo lo hago si alguna vez me encuentro con alguien que no conozco…
-No te hagás problema. Me fijaré que Patricia no tenga dudas.