ESTUDIANTE Y PROFESORA 2 - Relatos Eróticos

ESTUDIANTE Y PROFESORA 2

... erguida pija ocupaba su espacio entre las piernas. Saludé y me fui. 

La cosa no podía quedar así. Calculé más o menos cuando terminaba la clase y llamé a Queta. Le pregunté si faltaba mucho, o lo que a ella le parecía. Me iba a avisar y le pasaría el teléfono a Valeria. Cuando llegó el momento, le ofrecí a la profe la posibilidad de tomar un vaso de vino mientras conversamos sobre la situación de las chicas. Aceptó sin la menor duda. Estaba esperando algo por el estilo…, eso creo.
Al minuto estaba en casa. Yo había hecho el cambio. Pantaloncito de futbol. Ella ya me había visto así. Sabía lo que pasaba. No será sorpresa. 
Efectivamente, la visión de una colegiala calentona era evidente. Sus cuarenta años se habían transformado en 15. No me importó para nada esa chiquilinada ridícula. Valeria se había puesto en el estado que a mí me gusta; pensaría que eso me alentaría. 
Nos sentamos en la sala, uno frente a otro. Eso generaba que la sombra de la tanguita se transformara en un apretadito color celeste. La pollerita cumplía su función.
-Valeria, sabe usted de mi tentación por las niñas escolares.
-¡Jajaja! Usted es un pervertido. De buena onda, pero no se pierde lo que puede disfrutar.
-La primera vez que me dijeron que era pervertido fue hace muchos años, yo no tenía más de 20, y la señora que me lo dijo me llevaba tantos años como los que yo tenía…, o sea que era como usted lo es ahora…
-Seguro que el jovencito estaba dispuesto demostrarle a la señora…, que ...

... realmente lo era…
-Sí, puede ser. Pero fue una acción de ella…, quien quería ser lo suficientemente pervertida para mí…, para que yo le diera todo lo ella quería…, pero por entonces yo no tenía muy claro que era eso que llamaba perversión…, aunque años más tarde, bastante más tarde, me enteré… - Valeria había cruzado sus piernas, para visualizar, de la mejor manera posible, la tanguita celeste, tanguita de nena…, por el costado escapaban pelitos. - Yo era tan pervertido por la razón de que estaba dispuesto a ser tanto como lo era ella. Y eso hicimos, durante casi tres horas. Le seguí la corriente, con total placer… Por supuesto, yo a los 20 tenía casi todo para aprender y el aguante necesario.
-Bueno…, los años no pasan en vano…, pero sin dudas… ahora tenés toda la experiencia necesaria para que nadie lo lamente. – Valeria me tuteó. Las barreras se van cayendo. – Bueeee…, eso es lo que las chicas me dicen… ¡En este caso ser pervertido es divertido!
-¡Jajaja! ¡Las criaturas te lo han contado…!
-Por supuesto… Yo pregunto, soy curiosa…
-Sí, bueno, eso sería maravilloso. Lo comprendí cuando me enteré lo que un cineasta y escritor lituano había escrito, allá por los cincuenta. Este señor, llamado Jonas Mekas, había escrito… Ya va, lo tengo a mano, por las veces que me llaman pervertido. Dice así:
“En una sociedad bastarda, estandarizada, conformista y enferma, la perversión es una fuerza de liberación. Ser beat hoy es ir contra la normalidad y el conformismo, ser inmoral, ser ...