D O Ñ A S O L E (3)
Fecha: 01/12/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... bañarme que ducharme- los útiles de afeitar donde deben estar, con la loción de después del afeitado y la colonia que suelo usar tras la loción allí, a mano… La mano, la solicitud de Sole para conmigo a flor de piel siempre… ¡Qué haría yo sin ella, pensé! En la cocina me esperaba ella, con el desayuno listo: El café con leche recién hecho, el vaso con el zumo de naranja recién exprimido y la tostada de panecillo con las habituales dos pastillas de mantequilla y la minúscula terrina de mermelada de melocotón. Yo antes, café con leche a toda prisa, sin sentarme siquiera, y a la calle; pero desde que ella llegó a casa dijo que esas no eran formas de empezar el día, con lo que me tenía que levantar algo antes para dar cuenta del más o menos pantagruélico desayuno… A veces me parecía que, amén de vivir en pareja con una mujer, también tenía una especie de madre en casa… Pero, la verdad, era agradable estar tan bien cuidado, tan bien atendido por aquél pedazo de mujer… Como todos los días, cuando ya estaba en la puerta y con ella a mi lado para despedirnos, la di un beso mientras le decía • Te quiero mucho, Sole, mi amor… Ella me sonrió con esa sonrisa suya sin igual y también me besó • Y yo a ti, cariño… Y yo a ti, mi amor… Y en el ascensor bajé en busca del coche para iniciar la normal jornada del día. Pero, sin saber por qué, esa sonrisa suya de esa mañana…ese beso suyo, me rondaban por la mente según iba conduciendo… Me decía que era un tonto; que qué de extraño podía ...
... tener aquello… Como la sonrisa y el beso con que cada mañana se despedía de mí hasta la noche, a eso de las diez más o menos, a que solía regresar… Pero no; sin saber por qué, me parecía distinto… ¡Qué sé yo!. Más afectuoso… Más cariñoso… Así pasé parte de la mañana, con aquella sonrisa y aquél beso sin írseme de la cabeza… Comercialmente, fue uno de los peores días de mi vida… Y es que, las elucubraciones de mi cerebro no me permitían centrar la atención en lo que debía… Y como una cosa lleva a otra, a mi mente vinieron las palabras que ella, Sole, me dijera la noche pasada: “mi amor”, “Mi amor”, “Mi amor,” “Dame tu amor”, “mi amor…mi vida”…. Lo de “Cariño”; “cariño mío”, me lo había dicho muchas veces… “Amor…Mi amor”, alguna… ¡Pero tantas veces como anoche!. Y…De la forma que me lo dijo… Porque eso, lo determinante…la forma de decirlo… ¡Ponía el alma en las palabra!… No eran palabras hueras, impulsadas por el alto enervamiento del momento… Lo sabía; sabía yo que le salían del alma, por más que la pasión del momento también pusiera su “granito de arena”… Hacia el medio día no pude aguantar más y la llamé a casa • Sole, cariño; espérame, que voy a casa a comer. Llegaré sobre las 14,30; 15 horas a todo tirar Sole se asustó ante lo inusual de que yo estuviera en casa a comer fuera del domingo • No te preocupes cariño, que no pasa nada… Sólo que tengo “morriña” de mi querida mujercita y quiero pasar la tarde contigo… Metiditos en la cama… ¿Te parece bien, buen mío? Y a Sole, la ...