Dulce y amarga amistad (06)
Fecha: 07/12/2018,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... octavo cumpleaños, habían llegado todos, y los envoltorios de los regalos se esparcían a mí alrededor, mis primos y los amigos me ayudaban a abrirlos entre risas nerviosas y excitadas ante la sorpresa que cada envoltorio representaba.
Elevé la vista un segundo buscando a mi tío para darle las gracias, uno de los chicos había abierto su paquete de regalo y contemplábamos asombrados mi primer ordenador. Estaba en la puerta del salón con la tía, a su lado estaba Paula su secretaria y también un chico muy alto que miraba hacia nosotros, una de mis primas tuvo que poner el ordenador en mis manos para llamar mi atención y que pudiera apartar la mirada de aquel grupo donde el muchacho estaba.
En aquel momento no miraba como era, solamente sabía que no podía apartar la vista de su figura, sin fijarme en los detalles que no lograba ver por la distancia. Me sentía atraído hacia él y cuando podía, inconscientemente, dejaba de lado a mis compañeros para continuar mirándolo, como si un invisible imán nos hiciera fijarnos el uno en el otro ya que él tampoco dejaba de mirarme.
Mi tío le sujetó por el hombro en un gesto cariñoso y se encaminó con él hacia donde nos encontrábamos los niños. Hubiera dicho que todo a mí alrededor desapareció para centrarme en sus andares viéndole aproximarse. Era bastante delgado y estaba bien vestido con pantalones vaqueros y zapatillas de tela rojas y cordones blancos, la camisa era de color azul pálido y solo se veían los extremos de las mangas y ...
... el cuello, el resto lo tapaba un jersey de lana color vino tinto. Tenía el pelo un poco largo que le tapaba la frente y las orejas, sus labios de un rojo muy fuerte, la piel morena, pero no del sol, era de tono natural canela oscuro.
Llevaba un paquete pequeño en las manos, envuelto en papel con dibujos de ositos de brillantes colores, se detuvieron a nuestro lado.
-Jesús, este es Demian. –Me puse de pie como un rayo, mi pelo no le llegaba a su barbilla, era mucho más alto que cualquiera de nosotros, más que mis primos mayores y cualquiera de los chicos que estábamos en la celebración.
-Él es Jesús, el cumpleañero. –Alargó la mano, pensé que era para coger la mía, pero al mirarla me encontré con el paquete que llevaba y que me lo ofrecía.
-Felicidades Jesús. –Su voz era de tonos bajos, parecía tímido, y salían los sonidos de su boca sin que se notara que moviera los labios. Rompí el papel que envolvía el regalo y luego la caja de cartón.
El regalo era una bola pequeña con dibujos de personajes de Disney, y estaba dividida en partes que se movían para romper los dibujos realizados en relieve y luego volver a buscar la manera de colorarlos donde les correspondía. Un rompecabezas parecido al cubo de Kubrick.
Si el regalo hubiera venido de otro no me hubiera interesado, pero ahora lo guardé otra vez en la caja rota y no permitía que mis amigos lo tocaran.
Le di las gracias aunque me resultaba difícil que las palabras me salieran.
Y así Demian entró en mi ...