Reemplazando a mi padre
Fecha: 08/12/2018,
Categorías:
Transexuales
Autor: Djavan, Fuente: CuentoRelatos
... pero déjame ir a cambiarme (trataba suavemente de salir, pero con mi cuerpo apoyada contra su espalda y al otro lado la pared, no podía hacer mucho).
- Estas muy bonita hoy madre, y te quiero mucho.
- Gracias hijo, yo también te quiero mucho.
- ¿Me quieres mucho, mucho, mucho?
- Si, con toda mi alma.
- Y me darías un regalo.
- Un regalo?
- Si, algo que me haría muy feliz.
- Depende.
- Quiero que esta noche, seas mi mujer…
- Que!
- Como lo oyes madre, quiero que esta noche seas mi mujer.
- No sabes lo que dices.
- No, pero se lo que quiero.
Mis manos descaradamente se metieron por delante de su vestido, tocando sus piernas desnudas. Ella quiso salirse, pero mi cuerpo era muy grande y no se lo permití. Comencé a tocarla por todos lados, tratando de que nuestros labios se juntaran. Ella con sus manos en mi pecho trataba de correrme, pero me di cuenta que solo era una excusa para que la besara.
Traté de sacarle el vestido, pero le quedaba tan ajustado que me sería muy difícil lograrlo sin que ella me ayudara.
- Vas a romperlo, déjame que me lo quito.... ¡Hijo esto está mal, es pecado! (pero de todas formas continuaba sacándose el vestido).
- Hazlo por mi madre.
- Yo por ti haría cualquier cosa, pero esto está mal… está muy mal hijo… ¿estás seguro?
- Muy seguro!
Yo terminé por sacárselo y con solo sostenes y calzones la empuje a la cama y me subí sobre ella. Mis manos en sus nalgas no perdieron tiempo y manoseándola ...
... completamente se encontraron con sus vellos púbicos.
Ella no dejaba de decir que estaba mal lo que estábamos haciendo, pero su cuerpo decía otra cosa, ya que mientras, decía que no, que era pecado, ella me dejaba hacer todo lo que quisiera. La callé con un largo beso y yo mismo terminé de desnudarme, y sacarle a ella su sostén, liberando dos hermosos pechos, del tamaño justo, todo esto, sin dejar de besarla.
Levantando sus piernas, le saqué la última prenda de vestir, que la dejaría completamente expuesta ante mis ojos. Ella con su brazo se tapó la cara para no ver como su hijo, la miraba completamente desnuda prestándole mayor atención a sus partes más íntimas.
Sin preámbulos, ni poses ni cosas por el estilo, me monte sobre ella de forma tradicional, solo con mis manos aferradas a sus ricas nalgas: Cuando mi verga se encuentra con la humedad de su vagina, se detuvo unos instantes, para comenzar a penetrarla muy lentamente, sintiendo como mi verga se abría camino por esa húmeda cavidad que me había traído al mundo 18 años atrás.
Ella encogió sus piernas colocándomelas al costado de mi torso, con lo cual se abrió más su vagina y clavándome las uñas en la espalda, sintió como su hijo le enterraba centímetro a centímetro la verga, esa misma verga que hace años atrás, muy pequeña, ella abría limpiado y tocado más de alguna vez cuando le cambiaba los pañales, ahora la sentía entrando y saliendo, gruesa y vigorosa, de su íntimo lugar, un lugar que solo a su único marido le ...