UNA HISTORIA DIFERENTE . PARTE 1
Fecha: 23/11/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM
Tus Relatos
Autor: sumisso22, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... pesar de todo….. empecé a sentir algo especial por la señora Marga. En aquel momento no entendía lo que sucedía, no dejaba de pensar en aquella señora mayor vieja y voluptuosa. Cada vez que pensaba en lo sucedido me excitaba de una forma que nunca me había ocurrido. No dejaba de pensar en ella, en sus guantes, en su correa, en sus bragas en la boca…. A medida que pensaba cada vez me excitaba más. No comprendía aquellos sentimientos que habían despertado en mi interior. Tuve mucho tiempo para reflexionar, permanecí atado y amordazado durante horas en la silla y no paraba de pensar en la señora Marga, pensaba en ella de una manera especial que no lograba entender.
En los días restantes hasta el regreso de mi madre, sucedieron muchas más situaciones que aumentaron aún más mis sentimientos hacía la señora Marga. Adoraba su carácter autoritario hacia mí. No dejaba de ordenarme cosas, haz esto, haz lo otro…. yo obedecía al instante. Obedecía por dos motivos; El primero era que no deseaba ser azotado de nuevo con la correa, el segundo era que sentía tal respeto hacia la señora Marga que me temblaban las piernas y a la vez me excitaba de una manera que no comprendía.
Obedecí por completo a la señora Marga. Pasamos los dos días restantes organizando y limpiando su casa. Yo era su ayudante y hacía cuanto me pedía. Escuchaba atentamente sus palabras y las llevaba a cabo diligentemente. No tenté a la suerte, a la hora de la comida y de la cena comía mi plato de aquel ...
... repugnante guiso sin quejarme, todavía resonaba en mi cabeza su amenaza. El enfado de la señora Marga hacia mi había desaparecido, pero al menor descuido podría aparecer de nuevo y fue lo que sucedió.
Aquella tarde la señora Marga decidió que saldríamos a dar una vuelta por la localidad y posteriormente iríamos a una asociación donde se reunían los vecinos para charlar y jugar a las cartas. La señora Marga se vistió de una forma muy elegante, estaba preciosa. Vestía con una falda negra, medias negras y sandalias abiertas de tacón. Un elegante abrigo de visón recubría su cuerpo y por supuesto unos guantes de piel negros. Vestía de forma muy elegante como la señora que era. Comprendí que nunca se despojaba de los guantes, en casa utilizaba los de goma y en la calle los de piel. Desconocía porque siempre utilizaba guantes, no entendía su manía, pero nunca se separaba de ellos.
Aquella tarde fue completamente aburrida para mí. La señora Marga charlaba con sus amigas de su edad mientras yo solo deseaba volver a casa. Mi lado desobediente afloró de nuevo, fui grosero con sus amigas. Una cosa era obedecer y respetar a la señora Marga y otra bien distinta era hacerlo con sus amigas, no soportaba aquellos vejestorios. Aquellos malos modales volví a pagarlos bien caros. Nada más regresar a casa, la señora Marga fue directa a buscar algo. Regresó con un cepillo de madera para el cabello. Se sentó en una silla, se subió su falda y me hizo un gesto para que me recostase sobre sus rodillas. ...