Relatos eróticos esposos cómplices cap 142 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 142

... bien agradecido de haberme elegido. Les dejo mi tarjeta por si vuelven a necesitar de mis servicios. También voy a domicilio.

Lo llevamos a su casa, qué estaba por el camino, diciendo qué por hoy había cumplido su jornada.

En el camino de regreso mientras me apretaba tetas, culo y concha preguntaba.

Juan : Te ha gustado amor ?

Yo : No lo sé, por qué estaba asustada, por si algo pasaba y de tener a un extraño con su vergota dentro mio, recibiendo sus golpes contra el asiento.

Después en la casa, estando en la cama, me pedía qué le cuente al detalle todo lo qué sentí, desde qué ví al negrito subir al auto.

Me tuvo con ésto hasta por dos años, incentivando su excitación para qué se le pare y lograr darme un polvo.

Estuvimos enfrentados por dos años, en qué, él quería qué el negrito me cachara otra vez y yo no aceptaba.

La segunda locura que hicimos fué, cuándo yo tenía 40 años y mis hijos estaban en la Universidad y también vivíamos con un nieto, qué apareció por azar del destino y qué su madre nos lo regaló.

 Después de pasar el día tomando, conversando, bañándonos en la piscina y al despedirse, hubo uno de ellos, qué estaba bien ebrio y por seguridad, tuvo qué quedarse a dormir.

Estando en la cama con mi esposo algo tomados y estando listos para darnos un polvo, no se le paraba la verga maldiciendo el trago.

En ésa preocupación estaba, hasta qué recordó, que Pepe, su amigo que estaba en el cuarto de huéspedes durmiendo borracho, siempre la ...

... tenía dura sano o borracho.

Juan : Vamos a verlo mujer ?

Yo : Amor, déjalo dormir y durmamos también nosotros 

Juan : Tú sabes qué siempre la tiene parada, tú también se la viste.

Era cierto por qué a todos los qué se bañaban o se cambiaban en la piscina, yá eran conocidas sus vergas, culos, tetas y conchas por nosotros y lo qué decía Juan era cierto, siempre tenía su verga de 15 x 4  parada.

Juan : Anímate mujer, yá no tendrás otra oportunidad o llamo a Lolo para qué venga

Yo : No vas a llamar a nadie, ni vas a molestar a nadie, duerme y mañana lo hacemos doble.

Juan : Tú sabes que si no te doy un polvo no voy a poder dormir, salvo qué te vea cachada por alguien.

Fué tan insistente qué acepté llamar a Lolo, con tal de no pasar riesgo con su amigo. Llamó y fué en vano, por qué le dijo, qué estaba contratado toda la noche.

No me quedó otra cosa, qué en bata acompañarlo al cuarto donde dormía su amigo.

Por mis hijos no había problemas, por qué sus dormitorios están alejados y cuándo su papá toma, ellos prefieren no salir, por más bulla que exista.

Cerramos la puerta y prendiendo la luz, vimos a su amigo privado, roncando de borracho. Al sacarle la manta, mi esposo señalándo la bragueta abultada me dijo, vez, éste cómo lo hace ?

Juan : Sácala mi amor.

Yo : No, me da miedo y si despierta y me vé. Qué vergüenza.

Juan : Aunque te vea, él nunca se acuerda de nada, cuando toma.

Con ésa confianza le abrí el pantalón por qué no pude sacarlo por ...