Relatos eróticos esposos cómplices cap 142 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 142

... la bragueta.

Mi esposo al bajarle el pantalón, saltó su verga casi dura y aún así su grosor causaba temor.

Juan : Ves te lo dije, ahora chupala.

No me hice esperar mucho, por qué yá tenía la concha mojada. Qué delicia era tener algo tan grueso, qué llene completamente tu boca 

Ésta era la tercera verga que chupaba en mi vida y lo estaba disfrutando, mientras seguía cayendo jugo por mi concha.

Juan : Ahora échate a su lado a ver si te cacha.

Me eché a un costado calata y en cucharita, mientras mi esposo lo volteaba, para colocarlo atrás mío.

Logró ponerlo en posición, mientras yo alzaba mi pierna ayudando a ser penetrada.

A la hora, sentí qué su cuerpo cobró vida y abrazándome, comenzó a empujar por cuenta propia, mientras yo rogaba qué entrara, pero que no me doliera.

Hasta qué sentí su cabeza entrar, teniendo qué morder la almohada para no gritar y me abrazó tan fuerte, qué pensé que se había despertado, pero Juan me dijo que seguía dormido.

Pero qué rico me estaba cachando, haciéndome olvidar el dolor y éso qué tiene 60 años y está dormido cómo me cacharia, si estuviera despierto.

Aguanté y goze, mientras veía a mi esposo hacerse la paja, hasta qué sentí qué me lo metió todo, pero seguía moviéndose igual, mientras yo había soltado 4 orgasmos hasta qué después de 5 minutos, de los cuales en el último, me golpeó con toda su alma, para chorrear su leche caliente dentro mío.

Pepe, después de vaciarse, dejó muerto su cuerpo para seguir ...

... durmiendo. Lo limpiamos y le pusimos el pantalón cómo se pudo, lo cubrimos y nos fuimos a dormir también nosotros.

Despertamos todos al medio día y los 3, después de desayunar, pidiendo las disculpas por haberse mareado y no recordar nada. Nos la pasamos en la piscina, pero siempre tenía abultado el short.

Pasé también unos años con su majaderia, de contarle al detalle todo lo qué sentí, desde qué la vi, hasta qué se la limpié.

Lo último fué qué yo con 44 años, mis hijos en el extranjero y mi nieto, qué por compasión, se lo devolvimos a su madre, mi marido con 59 años, tenía la cabeza caliente con otra mujer.

Éso para mí era inconcebible después de haberme inducido a soportar tantas cochinadas y haber corrompido mi mente y haberle entregado mi juventud, ahora vieja quiere dejarme.por una más joven que yo.

No me iba a quedar tranquila y pensaba en una venganza original y para lograrlo necesitaba de mucha excitación, qué almacené 
 adentro mío, mirando por las ranuras las vergas de todos sus amigos día a día, sin desfogarme.

Llegó el día esperado y era una reunión de puros hombres, por qué iban a ver el fútbol.

Para ése día me depile, me hice masajes, me pintaron de rojo sangre mis uñas largas, me eché crema por todo el cuerpo y cuándo todos estaban sentados con sus ropa de baño o toallas mirando la televisión.

Dí paso a mi tercera locura y me puse al frente de ellos, a bailar una música exótica preparada de antemano y completamente calata.

Todos en forma ...