DESPACITO Y SIN APURO - Relatos Eróticos

DESPACITO Y SIN APURO

... vayamos a cenar… y después…, bueno… ¿me hacés un lugar en tu cama?
-¡Sería un placer! La cuestión es que a veces vienen Pancho o María…
-¿Cogés con Pancho?
-Claro…, vos sabés que acá, en el pueblo hay escasés de chotos… ¡se agarran los que se puede! - Giuseppina no se hizo ningún problema. - ¡Y también lo hacemos con María!
-Me imagino. ¡Está muy buena!
-¡Buenísima! ¡Tenés que probarla!
-¿Pancho no tendrá problemas?
-No, ¿por qué? No es su mujer…, solo “socia”, con la que culea de vez en cuando…
-Bien…, lo que digas. Si te parece…, me quedo con vos…
-A mí me parece, si… Vos tenés que decidir si te importa que esté Pancho…
-Y… ¿vos querría con los dos?
-¡Sin duda! Me gustaría una doble penetración…, hace mucho tiempo que no la disfruto…
-Bueno, como quieras… ¡Me quedo en tu cama con quien quieras! ¡Con los que quieras!
-¡Mi amor! ¡Qué bueno que sos! 
-No es eso tesoro… ¡Me vuelven loco tu culo y tu concha! ¡Eso es lo que quiero!
-¡Jajaja! ¿Y a María no te la vas a coger?
-Si, por supuesto, siempre que quiera…
-¡¿Cómo no va a querer?! La tuya es, en estos momentos, la poronga más deseada del pueblo…
-¡Ojalá!
-Lo dicen las maestras, Paula…, y varias nenas que te probaron… ¡Y quedaron encantadas!
-Y…, si…, más o menos… 
-¡Esas sí que tienen suerte! – Mientras Giuseppina hablaba, yo la acariciaba y toqueteaba por todas partes. - ¡Te agarraron de entrada! ¡Bien preparado!
	Nos acostados en una cucharita. Le levanto la pierna y guio la pija al ano. Ella me ...

... la agarra y se la coloca justo, justo, dando una fuerte sacudida del culo hacia atrás. ¡En dos segundos tenía la mitad de los 17 cm enterrados! ¡Hubiera preferido metérsela despacito, para gozar del roce con el terciopelo del recto…, pero…, bueno… Giuseppina la quería toda adentro…
	Le sostengo la pierna mientras bombeo. Un brazo lo paso bajo su cuerpo tomándole una teta. La otra la utilizo para acariciar el clítoris. Gira el rostro y nos besamos nuevamente. ¡Parece mentira que una hembra de 50 años… sea tan cariñosa…
-¡Mamita! ¡Qué dulce que sos!
-¡Con vos mi amor! ¡Con vos! – Giuseppina está acurrucada, bien pegado su cuerpo contra el mío. El choto totalmente enterrado en el maravilloso culo de la Tana. Sus manos apretaban las mías contra sus tetas y su clítoris. - 
	No recuerdo haber cogido nunca a una mujer tan “veterana” como Giuseppina, y no me lo esperaba: un tan intenso orgasmo que la hizo convulsionar y gritar sin importar que escucharan en la calle o los vecinos.
-¡Aaaagggg! ¡Síííí! ¡Mi bebé! ¡Mi amooorrr! ¡Dame más, más, con todoooo!
-¡Si mamayín! ¡La poronga es toda tuya! ¡Tuyaaaa! ¡Toda para vos! - ¡Un infierno! ¡Ardía hasta la cama!
-¡Jajaja! ¡Pensé que te pasaba algo! ¡Tantos gritos! – María estaba en la puerta. - ¡La vas a matar a mi amigaaaa!
-¡No María, no! ¡Dani no me mata! ¡Me lleva al paraíso! ¡Tenés que probar!
-¿Y sacarte el placer a vos? ¡Eso estaría muy mal! – María “actuaba” irónicamente…
-¡No! ¡Hacemos un trío…, o un cuarteto! ¡Con vos y ...