OTRO POQUITO NENA - Relatos Eróticos

OTRO POQUITO NENA

... Grititos ininteligibles…
Paro no ser menos también gimo y grito…, y no es teatro. Me produce muchísimo placer besarles el orto. No puedo decir quien tiene mejor gusto o es más aromático. 
-¿Tenés lubricante?
-¿Nos la vas a meter? – Inocente pregunta de Ángela.
-¡Por supuesto! ¿No querés?
-¡Claro que quiero! – En este caso la decisión la toma Rosa.
	Ángela se levanta y va hacia el interior, dormitorio o baño… En un minuto vuelve con el gel.
-Damelo, se los coloco. – Nuevamente se colocó al lado de Rosa y luego de besar y lamer prolijamente, le unté el ano, además del mi choto. Probé con tres dedos en cada hoyo. Entraron sin dificultades.
-Ahora va…, primero Ángela por ser “dueña de casa…”
-¡Algún privilegio debo tener! ¡Jajaja!
-Vení, ponete en cuatro en el sofá. – Ángela se tomó del respaldo y se arrodilló sobre el asiento. El culo queda perfectamente al uso.
	Me enanqué y apoyé el glande.
-Te lo tengo para que entre bien. – Rosa agarró la pija firmemente. Empujé.
-Despacio. El culito está fuera de uso hace bastante…, como seis meses…, más o menos…
	Con el firme apoyo de Rosa, empujé con fuerza y fui penetrando sin pausa. Un placer sentir el terciopelo del recto abrazando el tronco, mientras el glande se abría paso. Cuando mi ingle hizo contacto con sus cachetes, me detuve unos segundos…
-¡Aaaahhh! ¡Aaaahhhh! ¡Dios! ¡Cuánto hacía que no lo sentía en el culo! ¡Tenés la pija de ...

... oro, papito! ¡Muy rico!
	La saqué hasta el glande y la enterré toda de un solo movimiento…
-¡Aaaahhh Dios! ¡Me gusta…! ¡Dale! ¡Más! ¡Más! – Ángela comenzó a acompañar el ritmo del mete-saca con las caderas. Rosa se sentó en el respaldo del sofá y le puso la concha en la boca a su socia sexual. De esta manera, Ángela tenía su cabeza pegada a la entrepierna de Rosa, sostenida por esta, y movía las caderas hacia adelante y atrás, acompañando mi ritmo. ¡Plof! ¡Plof! ¡Plof! El golpeteo entre mi pubis y sus glúteos. ¡Música erótica! Los suspiros y gemidos de Ángela, junto a los míos, completaban el dúo para pija y concha, en “fa sostenido mayor”.
	Ángela suspiraba cada vez más fuerte y se abría las nalgas, dado que Rosa la sostenía de los hombros mientras se la chupaba. Yo la penetraba con más fuerza y más ganas…, hasta que no me pude contener más y descargué potentes chorros de semen en su intestino, inundando el culo de la espectacular hembra, mamita de la nena que horas antes también había recibido el regalo de mis huevos. Ángela tuvo un potente orgasmo anal. Quedamos ambos completamente inundados de sexo. Ahora mi tarea sería convencer a Rosa que tiene que esperar que me reponga… Pero… mientras tanto, al momento de sacársela relajada…, Rosa trasladó su boca y su deseo hasta el esfínter de su amiga…, y durante tres o cuatro minutos estuvo sorbiendo el semen acumulado en el tremendo culazo…