Mi mamá cogiendo con el panadero
Fecha: 17/07/2025,
Categorías:
Confesiones
Tus Relatos
Autor: Karen Hernández, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... no.
—Ve tú, yo me regreso… —murmuré, con una voz que no sentí tan mía.
Ella no insistió. Solo me acarició el brazo suavecito, como quien dice “ya lo vas a entender”. Y luego, se giró.
Y wow, verla caminar de nuevo fue... algo que no podía dejar pasar.
La grabé.
Sí, saqué el celular y la grabé caminando. Con su gorra blanca y visera amarilla brillando con el sol, la chamarra de mezclilla bien entallada que le marcaba hasta el alma, el top oscuro que apenas dejaba ver un poco de piel, y esos leggings… ¡uff! Esos leggings eran como una declaración de guerra. Y sus botas negras sonaban en la banqueta como si marcaran ritmo propio.
Se alejaba como si flotara, con ese contoneo en la cadera que no era fingido, era simplemente ella. Me dio un poquito de vergüenza grabarla, pero más me habría dolido no tener ese momento. Porque sí… era mi mamá, pero también era una mujer libre, sexy y sin miedo. Y yo quería ser eso algún día.
Cuando llegué a casa, supe que papá ya estaba ahí. No sé cómo lo supe, pero lo sentí. Todo se sentía más tenso. Como si el aire se pudiera cortar en rodajas.
Apenas entré, él ya me estaba esperando.
—¿Dónde estabas? —me soltó de golpe, sin gritos, pero con esa voz dura que me hacía querer esconderme bajo tierra.
—Con mamá… —le dije bajito, dejando la bolsa del pan sobre la mesa—. Fuimos por pan.
—¿Y viste cómo iba vestida? —me lanzó, como si eso fuera más grave que un crimen.
Yo tragué saliva. No sabía qué decir. ¿Le digo que ...
... se veía increíble? ¿Que la grabé porque parecía una diosa caminando entre la gente? ¿Que, por dentro, deseaba un poquito parecerme a ella?
Me quedé en silencio.
—¿Eso es lo que te gusta ahora? ¿Eso es lo que quieres ser? ¿Vestirte así también? —me preguntó, esta vez un poco más bajito… pero más directo.
Mi voz se me escondió. Quise decir sí, pero no me salió. Solo lo pensé, lo sentí arder por dentro, como si ya estuviera creciendo una versión mía que aún no sabía cómo hablar.
—Yo… solo salí un rato —murmuré, medio torpe, sin mirarlo a los ojos.
—Tu mamá no era así. Antes no salía provocando a medio mundo.
Me mordí el labio. ¿Y si sí lo era? ¿Y si siempre lo fue, pero él nunca supo verlo? ¿Y si ahora simplemente decidió dejar de esconderse?
—¿Te está metiendo cosas en la cabeza?
—No… —mentí, sin poder sostenerle la mirada.
Él me observó un momento más, pero ya no dije nada. Me di la vuelta, subí a mi cuarto y cerré la puerta sin apuro. Me quedé frente al espejo… y me vi. No como me veía él. Me vi como ella me vería. Como si pudiera decirme con la mirada: "No tengas miedo de brillar. De ser deseada. De caminar como si el mundo fuera tuyo."
Y en ese reflejo… había algo nuevo.
Todavía no soy como ella. Aún me tiemblan las palabras cuando quiero defenderme. Aún me quedo callada. Aún me da miedo incomodar. Pero dentro de mí… ya despertó algo.
Algo sexy.
Algo fuerte.
Algo mío.
Mi mamá regresó justo cuando el cielo empezaba a oscurecerse, ...