El hotel - Relatos Eróticos

El hotel

... frente a ella. 

Sus manos ahora seguían sobre mis pechos a la vez que sus labios por primera vez besaban mis ubres y poco a poco su lengua iba a obedeciendo mis mamás. 

Mi suspiros ahora ya no eran tan contenidos y por mi estómago sentía maripositas sin ninguna duda estaba citada había conseguido su propósito y ya empezaba de hacer pequeños jadeos. 

Con mi cabeza agachada sentía como ahora jugaba en mi cuello y en mis orejas sintiendo su lengua y su respiración agitada a la vez que el ritmo de respiración de ambas comenzaba a ser más rápido. 

Me agarró por la barbilla para que levantase mi cabeza y mirase su cara a tímidamente mientras sus labios besaban mis ojos mi nariz mi cara hasta posarse suavemente mis labios. 

Allí comenzó con sus labios ah poco a poco separar los míos mientras mi boca comenzaba a entre abrirse y sus labios podían tanto atrapar mi labio superior como mi labio inferior en un juego muy sensual en el que ya no tenía casi resistencia ya que mi boca sabía entreabierto posiblemente esperando un beso más húmedo. 

Sentí un auténtico escalofrío cuando su lengua penetró mi boca y la mía busco la suya aquello me dejó petrificada de cuello para abajo pero mi boca ansiva sentir aquella lengua en lo más profundo. 


El beso fue largo apasionado muy húmedo el que sentíamos ambas como nuestras salidas se deslizaban fuera de nuestra boca babeando como dos auténticas perras o por lo menos yo comenzaba a sentirme así. 

Margari: estás a gusto te ...

... apetece que continuemos. 

Aquellas preguntas no sé si era por darse el moco o por ego pero aquellas alturas ya no tenía ninguna razón de ser que lo pregunte y menos que esperase una negativa por mi parte. 

Yo: sí claro continuemos. 


Margari se sentó sobre la cama pude ver como al separar sus piernas podía enseñarme unas braguitas blancas mientras yo ahora de pie junto a ella solo con mi pequeño tanga no sabía qué hacer mientras ella me observaba de arriba abajo con unos ojos como platos y un brillo extraordinario en su cara. 

Margari: quítate la braguita por favor. 

Cómodo era lo único que me quedaba y me la bajé lentamente como intentando ser sensual pude ver mientras lo hacía como tenía una buena humedad. 

Margari estiró su mano el momento que mis braguitas terminaron de salir por mis tobillos. 

Se lo entregué y ella...

Margari: veo que están húmedas. 

Se las llevo a su cara donde y las olió. 

Me pareció algo entre sucio y a su vez muy erótico o excitante ya que Jaime mi marido lo había hecho en más de una ocasión. 

Ahora desnuda completamente y a escasos centímetros de aquella mujer esta me acercó y beso mi ombligo mis inglés mientras mi cuerpo esperaba una acaricia más íntima. 

Aquella mujer volvió a ponerse de pie y lo tuvo que pedirle un beso ya que me abalancé sobre su boca y comenzamos otra vez a compartir saliva estaba citada no cabe duda pero a la vez me sentía poseída por aquella mujer. 

Margari: ahora es tú turno quiero ...