1. Ahora somos amantes


    Fecha: 03/01/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Dulce Fuego, Fuente: CuentoRelatos

    ... Detente.
    
    El resbalar de mis tetas contra el pecho de mi amante comenzó a hacer un ruido muy excitante y cuando H. empezó a mordisquear mi labio inferior me hizo gemir, y gemí aún más cuando me dejó ir su muy lubricado índice por el ano, mientras sus manos me separaban las nalgas. Yo abrí un poco más las piernas sin dejar de moverme fuertemente sobre él y cuando quise bajar mi mano con la intensión de masturbarme; sucedió... su verga aceitada me penetró accidentalmente, hundiéndose hasta el fondo de mi lubricadísima vagina y tomándonos por sorpresa a los dos. En ese instante me detuve, sintiendo su verga dentro de mí y mirando a H. con los ojos muy abiertos, inhalé ruidosamente con la boca entreabierta. Pero en seguida, cerré los ojos y saqué su miembro de mi cavidad solo para ensartarme de nuevo lentamente en él, con las nalgas y el coño bien apretaditos. Estuve empalada en el miembro de H. moviéndome para disfrutarlo por unos 3 minutos, que era lo que nos quedaba desde nuestro acoplamiento accidental hasta que escuchamos el leve toquido en la puerta con el que el masajista indicaba el final de la sesión en el cuarto de vapor.
    
    -Un momento. Vamos a enjuagarnos y salimos en seguida, gracias-. Respondí al llamado del otro lado de la puerta y sin decir nada más, me levanté con cuidado de mi lugar haciendo acopio de todas mis fuerzas para torturar a H. dejándolo a media cogida y sin eyacular, aunque yo también sufriera.
    
    Llevamos a cabo la descompresión de nuestro acto ...
    ... sexual, enjuagándonos en silencio bajo la regadera. Yo no estaba segura de cómo seguirían las cosas entre nosotros ahora que por accidente habíamos cruzado una barrera, que aunque a mí me pareciera tonta, para H. era muy importante. Pero de lo que sí estaba segura era de que no me arrepentía de haberlo hecho; realmente deseaba que pasara y ahora que por fin H. me había penetrado por primera vez, quería seguir repitiendo, aunque fuera por accidente.
    
    Luego del vapor, nos llevaron a meter los pies a unas tinas de agua conectadas a unas maquinitas que me parecieron inútiles, pero ese tiempo nos sirvió para hablar con calma de lo que acababa de suceder, llevándonos a intimar en algunos asuntos de nuestras fantasías y frustraciones. Así me enteré que luego de su embarazo, la esposa de H. jamás le permitía eyacular dentro de ella, aun cuando usara condón. También me di cuenta que H. no cabía de culpa al principio de nuestra plática por haberse permitido romper sus reglas, pero lo alenté a cambiar su estado de ánimo y poco a poco volvió a ser el mismo tipo que me gustaba tanto. Luego se acercó la anfitriona del spa del hotel y nos dijo que la tina de hidromasaje estaba lista. Y dirigiéndose a mí, dijo -Su esposo ha reservado para ustedes nuestro paquete sin límite de tiempo en un jacuzzi privado, que también incluye una botella de vino de cortesía que personalmente elegí para ustedes, esperando que sea de su agrado. Si gustan acompañarme, los espero en la siguiente puerta-
    
    -Jaja ...