1. Ahora somos amantes


    Fecha: 03/01/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Dulce Fuego, Fuente: CuentoRelatos

    ... hombre sobre mi piel.
    
    -¿Le parece bien la presión que hago, señorita? -me preguntó el hombre mientras comenzaba a darme un rico masaje en la espalda y los hombros.
    
    -Está perfecto, nunca me habían dado un masaje, y es muy rico.
    
    -Ah, vaya, pues me esmeraré para que nos acompañe nuevamente, señorita.
    
    -Gracias, pero ¿sería mucha molestia si nos tratamos de tú?
    
    -Ninguna molesta, ¿cómo te llamas?
    
    -Dulce ¿y tú?
    
    -Sergio. Mucho gusto Dulce. Oye, con todo respeto, tú y tu marido parecen recién casados, me sorprendió que eligieran la sesión individual.
    
    -Jaja, no, solo somos amigos, buenos amigos, ya sabes
    
    -Claro, ya veo. Oiga ¿Y no se ha animado su amigo a pedirle que sea su novia? Con todo respeto, usted es una mujer muy bonita
    
    -Gracias por el halago, Sergio, no, no me lo ha pedido y ya me estás hablando otra vez de usted ¿en qué quedamos?
    
    -Perdón, es la costumbre, no todos los clientes nos dan esa libertad. Y es más raro aún que una clienta elija a un hombre para el masaje.
    
    -Oh, qué mal, yo la verdad, si alguien va a tocarme y verme sin ropa, prefiero que sea un hombre, aunque pensándolo bien, me da lo mismo.
    
    -Pues te agradezco que me brindes la oportunidad de darte el servicio. Vamos a empezar ahora con las piernas ¿te parece bien?- y se acomodó poniéndose de rodillas sobre la mesa de masaje, subiendo mis tobillos en sus muslos -¿te puedo preguntar a qué te dedicas, Dulce? por tu carita parece que fueras saliendo de la prepa, con todo ...
    ... respeto.
    
    -Estoy por terminar Psicología y soy enfermera, trabajo sobre todo en las tardes y cubriendo guardias. Tengo 22 años. Oye, eso que haces en mis muslos se siente muy bien- Y era verdad, el aceite hacía que sus manos resbalaran deliciosamente hacia la cara interna de mis piernas y cada vez que Sergio empezaba otro movimiento, era más delicioso que el anterior.
    
    -Sí, supongo que por tu trabajo pasas mucho tiempo de pie, tienes muy tensas las piernas- Sus manos, en pausados movimientos fueron subiendo hasta entrar en ocasiones debajo de la toalla que me cubría las nalgas.
    
    -Sergio... Esa parte no está en el servicio ¿o sí?- Le dije para calar su reacción, pero la verdad es que me estaba gustando mucho que lo hiciera.
    
    -Oh, discúlpame si te ofendí, no es mi intensión, es solo que los glúteos son el músculo más voluminoso del cuerpo y por eso requieren atención, si te molesta, puedo saltarme esa parte, no quise molestarte.
    
    -Sólo bromeaba, hombre, puedes seguir, tú eres el maestro en esto y lo haces de maravilla, es más, quita la toalla para que no te estorbe, no me da pena que me veas.
    
    -¿Segura? Bueno- y descubrió mis nalgas para comenzar a sobarlas cubriéndolas de aceite. Poco después, aunque yo estaba disfrutando mucho de sus manos, Sergio me pidió que me diera vuelta y me pusiera boca arriba.
    
    -¿Tan rápido? ¿No puede durar más esta parte? es que se sentía muy rico- ...¿Rico? puff, la verdad era que estaba poniéndome cachonda...
    
    -Lo lamento, pero es que estoy ...
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