1. Sentidos Inflamados


    Fecha: 05/01/2019, Categorías: Transexuales Autor: Any Lorac, Fuente: CuentoRelatos

    ... chuparlos. Yo lo succioné varias veces y a cada vez el vértigo del deseo de ser poseída carnalmente en ese mismo lugar me invadía completamente. Entonces me paré y me desnudé totalmente, dejando mi piyama y bombacha sobre la silla donde yo misma había estado sentada; luego me senté sobre la mesa dejando mis piernas abiertas como una tenaza que va a cerrarse sobre su cintura y mostrándole toda mi cavidad intima lo invité a penetrarme. Y él me penetró. Me penetró con fuerza aprovechando la cantidad de flujo que emanaba de mi vagina, empujando su sexo hasta el fondo como si quisiera meter también sus testículos adentro mío y se puso a bombear, cada vez con más fuerza, con más ahínco.
    
    El exceso de placer me cortaba la respiración y ningún sonido salía de mi garganta. El padre de mi amiga se detuvo, sacó su pija de mi concha y me corrió más atrás de la mesa. En esa posición media sentada media acostada, él agarró mis dos tetas con cada una de sus manos y las apretó como si fueran naranjas que quería exprimir; yo sentía sus uñas que se clavaban alrededor de mis senos y esa brusquedad repentina casi me lleva al orgasmo; luego besó mi vientre y fue descendiendo su boca hasta llegar a mi vagina que se puso a chupar desordenadamente y cuando sus dientes cercaron mi clítoris inflamado pegué un grito y mi orgasmo reventó salvaje. Entonces él se levantó y fue a cerrar la puerta de la cocina para que no me oyeran desde los dormitorios y volvió entre mis piernas.
    
    Con su mano ...
    ... comenzó acariciar los bellos depilados de mi vagina hasta que sentí que uno de sus dedos penetraba haciéndose paso entre mis labios vaginales totalmente mojados por mi reciente orgasmo. Enseguida metió dos dedos juntos como para palpar la dilatación de mi vulva. Yo estaba ya a punto de explotar de nuevo como un volcán, pero mi orgasmo recién saltó, sacudiéndome entera, cuando él pasó su mano por la línea de mi cola y su dedo mojado con mi propia segregación entró por mi ano. Yo me sostuve contra la pared, apoyándome sobre mis codos porque él venía de subirme los pies sobre sus hombros aumentando la visión de mi culo. Allí apoyó su sexo como si se preparara para introducirlo, pero no lo hacía y yo sentía su verga dura en la puerta de mi cola sin penetrarla y eso me obsesionaba. Entonces abrí el ano relajando todos mis músculos para que su miembro venoso entrara de una vez por toda. Súbitamente lo hizo de un solo golpe, con fuerza y con violencia. Yo sentí el dolor de mis tejidos que se rompían y sentí esa estaca de carne que entró abriéndose camino hasta que sus testículos golpearon mis nalgas. El dolor se transformó en placer y montó por mi cuerpo hasta mis riñones, fue en ese instante que comenzó a bombear con fuerza agarrándose de mis senos con sus manos como dos tenazas que cerraban.
    
    De esa manera me culeó, penetrando su verga cada vez hasta el fondo, golpeando sus testículos cada vez contra mis nalgas. Luego hizo mismo en mi vagina, pero rápido volvía a mi ano que parecía ...