1. Historias de terceros: Los Villeros (1º Parte)


    Fecha: 16/01/2019, Categorías: Gays Autor: MarioKerar, Fuente: SexoSinTabues

    ... entre pícara y maliciosa que se obtiene de la calle. Pasé de sentirme asustado a algo atraído. Tal vez por tratarse de un desconocido me permití a mi mismo reconocer que me gustaba. No era feo, de facciones recias pero agradables y muy masculinas, con un caminito medio ralo de pelos que bajaba de su ombligo y se ensanchaba perdiéndose en el elástico de su short, su postura varonil, y sobre todo su seguridad y su sonrisa medio irónica me resultaban un combo atractivo. Estoy seguro que el flaco me captó de entrada porque se sentó un poco apartado y mientras me preguntaba boludeces, cada tanto se llevaba la mano al bulto como acomodándoselo. Eso despertaba en mí un acto reflejo imposible de resistir, instintivamente mi vista acompañaba su mano. A la segunda o tercera vez que lo hizo levanté la vista de su bulto para encontrarme con su sonrisa de satisfacción que indicaba a las claras que sobraban las palabras. - ¿Te gusta la pija, no? Vení. - Me dijo. Y sin darme tiempo a responder pasó del otro lado del paredón y se metió a la casa abandonada por el pasillo lateral de la reja abierta. Me quedé duro sin saber qué hacer, pero pronto el instinto pudo más y lo seguí. Adentro había un pastizal descontrolado. La luz de un poste de la calle lateral iluminaba casi todo el patio por sobre el muro, y me fue fácil ver donde me esperaba, al acercarme noté que estaba con el culo apoyado en una de esas típicas mesas de cemento y mosaicos, con el short por los tobillos y la pija en alto. ...
    ... Hermosa pija. Oscura, larga, no tan gruesa y abananada hacia arriba. Sus huevos y pelambre eran los de esperar, pero poco me fijé porque estaba absorto en su tripa. Como yo sólo miraba, me agarró una mano y me la llevó a su pedazo. Agarrarla y desatar mi bloqueo de años fue todo uno y se la empecé a pajear con rapidez. - Despacito que hay tiempo - me dijo. Y con una mano sobre la mía me marcó un ritmo suave. Llevándome de la cintura me hizo poner de costado para manosearme el culo. Lo hacía despacio palpándome cada nalga a mano llena y punteando suavemente con algún que otro dedo en mi zanja haciéndome poner la piel de gallina. Su otra mano en mi cabeza me insinuó la mamada y no me resistí. Tenía mucho gusto a pija y un intenso olor a huevos, pero lejos de desagradarme me calentó aún más. Él movía su pelvis para que entrara más pero yo lo limitaba con mi mano, con delicadeza me quitó la mano de su pija y me la llevó a sus huevos. Mientras se los acariciaba presionaba un poco mi cabeza logrando que me la metiera un poco más cada vez. No era fácil porque me generaban arcadas pero yo las trataba de controlar porque mi resistencia a aceptar mis gustos se había quebrado de golpe. Otra oportunidad no se me iba a dar y quería hacer todo lo que se pudiera. En un momento me palpa la pija y la encuentra parada. - Se nota que te gusta, rubio. -Me dijo- Mejor, así la pasamos bien los dos. Y bajándome el short con una sola mano, pasó a tocarme el culo en directo. Ensalivaba mi agujerito y lo ...