1. Historias de terceros: Los Villeros (1º Parte)


    Fecha: 16/01/2019, Categorías: Gays Autor: MarioKerar, Fuente: SexoSinTabues

    ... que no supe distinguir, su bombeada comenzó a ser más intensa. Dolía un poco más, pero a su vez más me gustaba. Bufábamos al mismo ritmo del sopapeo de su pelvis sobre mis nalgas. La situación me desbordaba, comencé a sentir el inicio de un orgasmo pese a que mi pija estaba muerta y la sensación creció con sus bombeos ya furiosos y tuve que agarrarme de la mesa y contenerme para no gritar cuando de mi pija comenzaron a salir chorros de leche en una acabada impensada y alucinante para mí. Las piernas se me aflojaron y no sé en qué momento el negro me acabó adentro porque yo estaba como obnubilado con mi propia acabada. Recuperé el dominio de mis sentidos con su cuerpo aplastando el mío contra la mesa y su pija aún en mi culo. Mientras escuchaba como él recuperaba el ritmo de su respiración pegado a mi oído, su verga se fue desinflando y la sentí salir de mi culito seguida de un líquido que bajaba por mis huevos. El morocho se incorporó y se sentó en la mesa. Yo me hice a un lado y me acuclillé porque sentía como ganas de ir de cuerpo, pero nada salió, sólo otro poco de líquido que supuse sería su leche ya que la luz no daba para distinguir. Mientras él encendía otro cigarrillo yo busqué un pañuelo en mi mochila y me limpié. La cola me ardía y molestaba un poco. Me pidió el ...
    ... pañuelo para limpiarse la pija y mientras lo hacía me preguntó: - ¿Y, que tal? ¿Te gustó? - Dolió bastante. - Le contesté. - Ya sé que duele, ¿Pero te gustó o no? - Insistió - Me di cuenta que te acabaste y todo. No me quedó otra que reconocer que me había gustado. Cuando salimos de la casa abandonada miré el reloj y habían pasado ya 20 minutos de la hora en que debía pasar el colectivo. - Se debe haber retrasado - Le comenté. - No, el colectivo pasó mientras culeábamos ¿No lo escuchaste? - Me dijo - ¿Ahora qué vas a hacer? - Nada, me iré caminando, no me queda otra. Se rió, me dio la mano, despidiéndose y se fue doblando la esquina. Me tomé un minuto para pensar cual recorrido me convenía más y no alcancé a decidirme cuando lo veo regresar. - ¿Te esperan a alguna hora en tu casa? - Me preguntó. - No, mis padres vuelven mañana. - Mirá, este barrio es peligroso para un pibe como vos. - Me dice - Yo tengo una casilla con mi hermano cerca de acá. Si querés te invito a pasar la noche y te vas mañana de día en el colectivo. No había mucho para pensar, era aceptar o caminar casi cinco kilómetros pasando por un par de asentamientos. Y con una sonrisa cómplice, mientras se agarraba el bulto, agregó: - De paso podés practicar como se chupa bien una verga. Nos fuimos juntos. (continuará) 
«12345»